Lo confirma el propio Víctor Alfaro: todo tiene un punto surrealista porque la cadena toca todos los palos y, así, tenemos a Los Tres Sudamericanos tocando con Roser y Edurne y Raúl -¿se acuerdan de Raúl?- e incluso Miguel Nández y Alberto Cortez... y por ahí andamos nosotros con un aire de pulpos en garaje que al principio nos divierte y luego llega a abrumarnos.
Quizás no se vean bien los nombres, pero realmente es un cartel para pasar a la Historia. Yo, que soy un amante de la excentricidad y las combinaciones imposibles, me rindo de rodillas ante el autor de tamaña maravilla. Qué momentos impagables: la sonrisa de Edurne cuando le hablo de Fer, los maromos de Roser practicando sus bailes, el tercer sudamericano paseando como ánima condenada por el estrecho pasillo del camerino...
... Las escaleras como recurso para respirar un poco y fumar -otra contradicción- y el entusiasmo de Víctor, que pide una crítica amable, sin enterarse de que apenas he podido escuchar nada y que la única actuación que realmente he seguido con interés es la del Flaco. Soberbio, como siempre. El mejor cantautor de España y parte del extranjero... ;-)
Pero sí puedo hablar maravillas de su tesón y su esfuerzo y su mencionado entusiasmo y, creo, sinceramente, que él estaba muy por encima del acto en cuestión y que, sin duda, él lo sabe y no puede ver en esto una crítica sino todo lo contrario: el mejor elogio.
Entradas
