No voy a hacer muchos amigos diciendo que los premios Ondas me han parecido siempre una basura. Es así y lo siento. Dan mucho prestigio, son un aldabonazo para determinadas carreras, pero en el fondo no es más que una manera que tiene el grupo PRISA de premiarse a sí mismo y a sus amigos.
Por Dios bendito, le han dado un premio a Dover. Ya está bien, ¿no?
Ahora bien, si separamos la industria de los artistas, la creación del merchandising, y concedemos que toda esa promoción beneficia al que la recibe, y que, al fin y al cabo, precisamente quien la recibe no tiene culpa alguna de recibirla, me alegra que al menos los premios se los lleven gente a la que respeto, admiro e incluso, de alguna manera, quiero.
Así que enhorabuena a Mai y a Nena Daconte, porque sé lo que les ha costado y, en realidad, si a mí me hubieran dado un Premio Ondas, no nos engañemos, no escribiría un post así sino que estaría pegando saltos.
Pero se empeñan en ningunearme. Incomprensible...