viernes, octubre 06, 2006

Fiestaca chanante- un breve resumen

Después de toda la noche poniendo a parir a los que se hacen fotos con famosos, quedaría un poco ridículo que colgara ahora la foto que tenemos Mar, Nacho Vigalounge y yo en el BeBop donostiarra. Además, Mar, sabia y responsable, me lo ha prohibido explícitamente. Pero que conste que, de alguna manera, me quedo con las ganas.

¿Qué puedo contar de la fiestaca chanante sin abusar de la cordialidad de todos los organizadores e invitados y sin caer en hagiografías y adulaciones? Bien poco. Que fue una Fiestaca con mayúsculas, que incluso la elección del sitio -Florida Park- daba un tono Nochevieja del 79 acorde con la estética "freak" del programa, que los chicos aguantaron como héroes el acoso fotográfico y los abrazos y los choques de mano porque al fin y al cabo era su noche y como dijo Carlos Areces, "mañana estaremos de bajona"...

Tampoco hay motivos para ello, aunque es cierto que parece complicado llegar más alto. Una fila larguísima con Ignatius Farray de invitado de honor -no conviene llegar tarde a los sitios-, unas cuantas coca-colas, alguna copa que otra -la barra libre y sus estragos-, el entrañabilísimo hermano de Joaquín Reyes, las entrañabilísimas y adorables hermanas de la mujer de Joaquín Reyes, mis productoras favoritas y sus tacones, conversaciones con desconocidos, que siempre son lo más divertido de este tipo de eventos...

Y luego, el "momento histórico", tal y como lo definió Dani Mateo, de ver a Chimo Bayo -el auténtico Chimo Bayo- actuar en directo, con su "Bombas", con su "Así me gusta a mí" y sí, Dani, todos lo negamos pero todos lo hemos bailado como locos cuando éramos adolescentes.

Hace un par de siglos, más o menos.

Ojete calor, el Payaso cantando "Vivo con tu madre...", Marlo entonando el "Hijo de puta hay que decirlo más", Vicentín bailando con Chimo en lo alto del escenario, DJ Pollo haciendo de las suyas... Bastaba con ver la cara de alucinación total de los aficionados y la de satisfacción de los miembros del equipo para darse cuenta de que aquello había salido perfecto.

Y cuando todo sale perfecto, y ese es el único adjetivo -totalitario y excluyente- que se puede aplicar a una fiesta, los resúmenes se hacen mucho más breves.