Lo siento, pero este es un post de dar envidia y de agradecer a un par de personas con nombres y apellidos: Paula Palmero y Arantza Vélez. Gracias a ellas estaré esta noche en la selecta Fiestaca Chanante del Florida Park y puede que a mucha gente ir a una cosa que se hace llamar "Fiestaca Chanante" le dé más bien igual e incluso le parezca superficial y muy poco intelectual o literario o lo que quieran...
Pero yo no soy uno de ellos. Yo soy un aficionado rendido y, para mí, por muchas razones, es importante.
La principal: que me voy a divertir. La secundaria: que tengo la sensación de que llegar hasta aquí no ha tenido nada que ver con el azar sino con el trabajo, y eso, para alguien que trabaja gratis en la mayoría de los casos es una remuneración incuantificable.
Por cierto, que el 12 de octubre todos tenemos una cita ineludible. Más detalles, aquí.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 4 horas