martes, noviembre 30, 2010

Entrevista con José y César Esteban Alenda

La revista Freek! publica en su número de noviembre la entrevista con los hermanos Esteban Alenda que les hice hace unos meses. En diciembre se toman un respiro y en enero saldrá la que le hice a Álex Montoya por "Marina". Desgraciadamente, no hay link en su página de Internet a la entrevista, pero como es una publicación impresa y gratuita, supongo que no les importará que ponga aquí el contenido de la entrevista.


“El orden de las cosas” es un proyecto arriesgado al máximo: unas duras condiciones de rodaje con escenas incluso bajo el agua, una actriz de prestigio –Manuela Vellés-sometida al frío y las horas de espera en su bañera y una historia de malos tratos que siempre tiene que bordear los prejuicios del género. José y César Esteban Alenda nos dan sus claves.

  1. ¿Teníais miedo de resultar repetitivos afrontando un tema como la violencia de género?
Más que miedo, un profundo respeto y responsabilidad por todas aquellas mujeres que lo han sufrido y, desgraciadamente, lo siguen sufriendo en silencio. No queríamos hacer otro cortometraje social, realista y explícito, sino que preferimos inclinarnos por una mirada más simbólica, surrealista y original del tema y, muy importante, lanzando un mensaje positivo y esperanzador a la sociedad.

  1. Sin quitarle mérito a Javier Gutiérrez, ¿cómo se convence a una actriz como Manuela Vellés para un rodaje tan exigente, todo el rato en una bañera?
La realidad es que lo más complicado no fue convencer a Manuela de participar en el cortometraje sino conseguir cuadrar sus fechas con las del resto del reparto. Siempre tuvimos muy claro que Manuela era Julia, y ella, desde el inicio, se interesó por el tratamiento que le dábamos al tema de la violencia de género. Eso sí, Mariano Venancio nos echó un cable para convencerla puesto que fue el primero en aceptar y acababan de coincidir en el rodaje de “Camino”, de Javier Fesser. Manuela nunca nos pidió ninguna explicación o condición para trabajar en este rodaje tan complicado y exigente. 

  1. ¿Consideráis “El orden de las cosas” parte del movimiento de “cine social”?
La verdad es que lo único social que tiene “el orden de las cosas” es que el tema principal de la película es la violencia de género, porque el tratamiento que le damos a este tema está muy alejado de las convenciones de este tipo de cine al construir una historia, y un mundo, donde lo metafórico y lo poético predominan sobre lo tangible y lo realista que, probablemente, sean las características más distintivas de este tipo de cine. 

  1. En entornos opresivos, ¿cómo puede el hijo de un maltratador evitar caer en los vicios paternos?
Resulta vital, por el bien de nuestra sociedad, que las nuevas generaciones sean conscientes de la violencia física y psicológica que sufren algunas mujeres, incluso sus propias madres. Resulta imprescindible que distingan el bien del mal, y para ello, es importantísimo que existan campañas de concienciación social en los medios de comunicación. De esta manera, los hijos e hijas de maltratadores, pueden ser los mejores aliados de las víctimas de este acoso. Marquitos ejemplifica perfectamente el perfil de joven concienciado, informado y valiente. Y quiere ayudar a su madre.

  1. El corto está funcionando de maravilla, ¿qué premio o selección os ha hecho mayor ilusión?
La verdad es que todos los premios y selecciones nos han hecho mucha ilusión, pero los que otorga el público nos conmueven más. Por esta razón, el Primer Premio en Medina del Campo sería nuestro favorito, en caso de tener alguno, porque lo premian los asistentes a las proyecciones y por la importancia del Festival. Además, fue el primero. En cualquier caso, somos del pensamiento de que el mejor premio está siempre por llegar.

lunes, noviembre 29, 2010

Barcelona 5- Real Madrid 0


Uno no ficha al "mejor entrenador del mundo" para ganarle al Rácing y al Athletic de Bilbao. Eso ya lo habían hecho, y  muy bien, Schuster, Juande y Pellegrini. Se le ficha para partidos como el de hoy y es justo exigirle una parte de responsabilidad. No solo a Mourinho, claro, porque los jugadores no pueden salir sin tensión, débiles, retrasados, a la expectativa... En veinte minutos el Barcelona había metido dos goles y había tirado un balón al poste. El Madrid miraba. La decisión de meter a Benzema fue osada y elogiable, mejor eso que Lass Diarra, como se comprobó en la segunda parte, pero el francés volvió a decepcionar de manera lamentable.

Muchos jugadores del Madrid se borraron: de entrada, Cristiano Ronaldo, que volvió a fallar en un partido clave. Por supuesto, Benzema, pero sobre todo Özil y Di María. Ellos eran los llamados a enlazar el juego, coger la espalda de la defensa adelantada del Barça y crear peligro al contraataque. No se supo nada de ellos. Parece que la edad y la inexperiencia les pesó demasiado. En el medio campo, seguimos sin saber qué pinta Khedira y Xabi Alonso estuvo muy mal. Curiosamente, lo que más me gustó fue la defensa cuando defendían, aunque sus errores fueron clave al intentar iniciar la jugada.

Por eso no se entiende que Mourinho decidiera sacar a Lass Diarra por Özil. El Madrid tenía serios problemas de construcción y empezó a solventarlos en los últimos minutos del primer tiempo. Justo entonces, salió Lass y lo terminó de empantanar todo: le pone ganas y corre mucho, pero es un desastre táctico y técnico. Eduardo Inda, director de Marca, llegó a calificarle de mejor centrocampista del mundo. Con Lass ayudando a entorpecer la salida del balón, el Barcelona se limitó a seguir presionando. Curiosamente, pese a la exhibición de toque, el mayor peligro llegó por errores del rival, incapaces de sacar el balón jugado.

Difícil decir algo más del Barcelona. Digamos que fue muy superior cuando Xavi dominó el partido y fue escandalosamente cruel con su rival cuando Messi también se enganchó. El argentino jugó una espantosa primera parte, empeñado en la jugada personal. Cuando Guardiola lo recolocó entre líneas respondió con dos balones en profundidad que acabaron en sendos goles de Villa. Todo funcionó. Recuperación inmediata, anticipación en defensa, toque preciso, entrada por bandas, triangulaciones constantes... Iniesta estuvo magistral en la recuperación, Xavi demostró que merece el Balón de Oro, Busquets dirigió y cortó, Pedro volvió locos a los defensas con sus carreras y sus diagonales y finalmente Messi y Villa se asociaron y sentenciaron.

El Barcelona lleva dos años siendo el mejor equipo del mundo y acercándose al mejor de la historia. Gastarse 400 millones de euros y fichar a Mourinho para volver a ser goleados así es difícil de asimilar. El problema no es que fueran cinco, es que pudieron ser ocho o nueve si hubieran jugado al límite. A diferencia del 2-6 del Bernabéu, aquí hubo treinta minutos de barbecho y cuarta marcha, como si jugaran contra el Almería. No sé cuántos títulos tiene que ganar Guardiola para que le consideren un ganador. No sé ni si el Barcelona ganará esta liga porque desde luego no se ha acabado. Lo que está claro es que en dos años y medio ha sumado más partidos espectaculares que casi en el resto de la historia del Barcelona.

Solo queda darle las gracias por creer en el balón, la presión y la cantera. Nadie había hecho algo remotamente parecido en sus tres primeros años como entrenador profesional en Primera División.

Federer y Nadal: la verdadera liga escocesa


Si les parece que lo del Barcelona y el Real Madrid en las últimas tres temporadas tiene un punto escandaloso y ejemplifica la decadencia del fútbol español y su supuesta competitividad -a mí a veces también me lo parece- no les quiero pensar qué les parecerá lo que llevan haciendo Federer y Nadal con el tenis mundial en los últimos 6 años. Desde la irrupción de Nadal en Roland Garros 2005, entre ambos se han repartido 21 de 23 títulos de Grand Slam (12 para RF, 9 para RN), 30 Masters 1000 (18 para RN, 12 para RF) y 3 Masters Cups (las 3 para Roger). Anteriormente, en lo que llegaba Nadal a la cumbre, Federer ya había ganado otros 6 GS, 5 Masters 1000 y 2 Masters Cups. Añadan a eso la medalla olímpica en individuales para Rafa y la de dobles para Roger en 2008.

Son ya seis temporadas consecutivas acabando número uno y dos del mundo, aunque el orden vaya variando. Desde enero de 2004, nadie más ha ocupado el primer puesto del ranking. Federer lleva siete años y medio consecutivos sin caer del top 3 y Nadal va ya por los cinco y pico.

Por supuesto, las comparaciones son inevitables, aunque sus estilos son tan distintos que es lógico que su palmarés también lo sea.

A Federer le gustaría tener la mentalidad de Nadal, su dureza física y su concentración. La capacidad para no irse jamás de un partido o un torneo, no fallar ni una bola, saber siempre dónde hacer daño al rival. Le gustaría haber ganado cinco Roland Garros, el torneo que tanto ha amado y que tan esquivo le ha sido casi siempre. Le gustaría haber ganado la medalla de oro individual, eso por encima de todas las cosas, y quizá la Copa Davis, aunque cuando uno nace en Suiza y se quiere dedicar al tenis, entiendo que la Copa Davis no forma parte de sus objetivos realistas.

Le gustaría tener 24 años y no haber empezado a ganar grandes torneos casi con 22, la estabilidad que rodea a todo su entorno de entrenadores, siempre los mismos. Su capacidad táctica y su repertorio de golpes defensivos unidos a la posibilidad de pasar de la defensa al ataque con un solo golpe. Seguro que le escuecen los ojos cada vez que ve ese 8-14 en el cara a cara, aunque se consuele pensando que la mayoría de esas derrotas vinieron en tierra batida. En definitiva, Federer admira y envidia a Nadal, pero lo que es más, lo respeta.

A Nadal, por su parte, le gustaría que el tenis fuera tan fácil como parece cuando juega Federer. No tener que correr tanto ni desgastar tanto las articulaciones. Tener su saque y su derecha y poder acortar los puntos al mínimo. Le gustaría poder inventar golpes continuamente, tener su talento puro, en definitiva. Por supuesto, le gustaría haber ganado 16 Grand Slams y sobre todo 6 Wimbledons, porque Nadal adora Wimbledon casi tanto como Roland Garros. Le gustaría haber sido número uno del mundo 285 semanas, básicamente porque él se ha pasado de número dos la gran mayoría de ellos. Le gustaría haber ganado 5 Masters, por supuesto, amoldarse a la pista rápida indoor sin necesidad de destrozarse las rodillas.

Hasta cierto punto, le gustaría permitirse ser tan anárquico: poder desaparecer del partido y aparecer a voluntad, cambiar de entrenadores o directamente prescindir de ellos. Le gustaría ser el favorito del público en cada torneo y llegar a los 67 títulos individuales aunque se conforme con sus 43 a los 24 años. En definitiva, Nadal admira y envidia a Federer pero sobre todo lo respeta.

Juntos están escribiendo historia a marchas forzadas. Comparar ahora mismo es un poco injusto por la diferencia de edades: Federer ha ganado casi el doble de Grand Slams, ha estado el triple de semanas como número uno y ha ganado ya cinco Masters. Nadal le gana en el cara a cara y ha conseguido el oro olímpico individual, la Copa Davis, y un Masters 1000 más. Si lo pienso detenidamente, no creo que uno vaya a desaparecer muy pronto ni el otro vaya a progresar mucho más. Jugando así, Federer puede estar ganando Grand Slams igual que Agassi, hasta los 34. Por su desgaste físico y una carrera extremadamente precoz cabe pensar que lo mejor de Nadal llegará a los 27-28 años y luego ya se planteará seriamente la retirada o al menos entrará en declive.

Es decir, si todo sale bien, podemos tener Federer-Nadal para otros dos-tres años sin problemas. No se ven amenazas a la vista. Es triste decirlo, pero es así. Un año malo de Federer es ganar Australia, el Masters, otros tres torneos y jugar nueve finales. Un año malo de Nadal, medio cojo como el año pasado, es ganar Australia, Montecarlo, Roma y acabar número dos del mundo. A estos no hay que ganarles un set, hay que ganarles un partido. No hay que tocarles, hay que hundirles. Habrá que ver quién le pone el cascabel al gato.

domingo, noviembre 28, 2010

Elecciones catalanas: El tripartito se hunde en la apoteosis de Mas, Laporta y Sánchez-Camacho


Algunas conclusiones a vuelapluma sobre los resultados de las elecciones para no aburrirles:

- Lo primero, los resultados, que hasta ahora no han sido definitivos, pues dependían de centésimas en Barcelona: CiU 62 (48), PSC 28 (37), PP 18 (14), ICV 10 (12), ERC 10 (21), SI 4 (0), C´s 3 (3)

- Artur Mas será por fin presidente de la Generalitat. Delfín de Pujol desde 1999 y candidato ganador en 2003 y 2006 consigue por fin una mayoría indiscutible. A falta de datos definitivos, dobla al PSC y supera los 60 escaños. Ahora mismo, 62, con un 7% de votos más que en 2006. Victoria arrolladora en las cuatro provincias, sabiendo recoger parte del descontento con ERC y el cambio Puigcercós-Carod Rovira y parte del desgaste de Montilla en el gobierno.

- Lo del PSC es una hecatombe, prácticamente. No solo pierde el gobierno sino que obtiene los peores resultados de su historia, 28 escaños, a casi ¡20 puntos porcentuales! de CiU y apenas un 6,2% más que el PP a nivel autonómico. Consecuencias aún más preocupantes: en Barcelona capital estos resultados son prácticamente idénticos. Con las elecciones municipales a seis meses vista, hablamos de la más que probable pérdida de la alcaldía emblemática de los socialistas durante la democracia. A nivel electoral nacional, los resultados también son terribles, por supuesto.

- El PP logra unos muy buenos resultados, con una subida no demasiado significativa en porcentaje de votos (no llega a los dos puntos) pero sí en escaños (de 14 a 18). Se consolida muy cómodamente como tercera opción en Cataluña, y de extrapolar estos resultados a unas elecciones generales le colocarían muy cercano a la mayoría absoluta. El giro en este vivero de votos del PSOE en 2004 y 2008 es de diez puntos: el PSC sacó un 16% más de votos que el PP hace cuatro años, esa distancia se reduce al 6% ahora. Si ese giro de diez puntos se diera a nivel nacional, obviamente Rajoy conseguiría la mayoría absoluta.

- ICV se mantiene de manera bastante decente. Teniendo en cuenta que sus compañeros de tripartito pierden juntos más de quince puntos porcentuales y 19 escaños, ellos casi se mantienen, aunque también pierdan un 2%. Buen trabajo de Joan Herrera en la campaña, por cierto.

- ERC se desploma a niveles pre-Carod Rovira. La guerra interna y la imposibilidad de ofrecer más a su electorado la han pagado muy cara. Cuando uno consigue tales niveles de autogobierno es complicado proometer más si sabes que no te lo van a dar. En este caso, además, da la sensación de que, una vez que ERC se ha peleado por el autogobierno catalán, los propios catalanes han preferido que la gestión la haga CiU. Consigue la mitad de votos y menos de la mitad de escaños, un descalabro repartido en las cuatro provincias.

- Ciutadans se mantiene en sus tres escaños. Por un lado, tiene un gran mérito porque yo no daba un duro hasta que no salieron las primeras encuestas. Eso sí, sigue siendo un partido exclusivamente barcelonés. En el resto de Cataluña, prácticamente no existe, y eso tendrían que mirárselo.

- SI, el partido de Laporta, consigue el escaño que se le presuponía en Girona, la provincia más nacionalista, y añade tres en este momento en Barcelona por apenas seis centésimas. Creo que son unos excelentes resultados cuando se parte de un conocimiento del candidato, de acuerdo, pero se cuenta con el mismo problema de Rivera hace cuatro años: silencio total en cualquier debate e información oficial. Yo contaba con 1 escaño, pero 4, y con una alta participación es más de lo que imaginaban, probablemente.

- UPy D, poco más de 5.000 votos, un 0,17%, menos que el Partido Pirata

- Por último, se ha demostrado que una alta participación no perjudica a los partidos pequeños. Los perjudica si la gente no les vota, claro. La manía de pronosticar resultados según la participación me parece absurda: es imposible saber a priori qué electorado se ha movilizado y qué electorado se ha quedado en casa.

Elecciones catanas: mi voto va en blanco


Hace cuatro años recomendé el voto para Ciutadans convencido de su ideario no nacionalista en el que podían convivir dos lenguas, incluso tres, sin confrontaciones. Se recuperaba, además, la noción de ciudadanía frente a la de nación, patria, autonomía o como cada uno quiera ponerlo, es decir, las personas por delante de las ideas. En el debate de TV3 -me lo tragué, sí, soy así de friki-, creo que Rivera tuvo la mejor intervención cuando dijo que los distintos gobiernos catalanes se habían preocupado durante décadas de construir nación pero aún no sabían bien cómo gobernarla.

Efectivamente, desde fuera al menos, se observa una obsesión ensimismada de la clase política catalana con respecto a conciertos, estatutos, consultas... que tienen que ver con el "ser" y un desinterés absoluto por el estado de sus gobernados en el día a día. Se percibe una cierta pulsión romántica y a la vez autodestructiva en los partidos catalanes sin preocuparles lo más mínimo que en cada elección el número de votantes vaya bajando y bajando.

Lo normal sería que ahora, en 2010, apenas se superara el 50%.

Sin embargo, ahora no puedo pedir el voto para Ciutadans por una cuestión de coherencia: el programa del partido puede que sea el mismo y puede incluso que sea el que más se acerca a mi idea de lo que es gobernar algo, sea lo que sea. El problema es que la última vez que pedí el voto para ellos y consiguieron tres diputados resulta que se estuvieron desangrando entre ellos hasta el punto absurdo de que dos de los tres pasaron al grupo mixto y se quedó Rivera como único representante verdadero de su propio partido. Un personalismo preocupante. Como ven, la autodestrucción no es una pulsión solo nacionalista.

Por eso, creo que, si viviera en Cataluña y tuviera derecho a votar, dejaría mi papeleta en blanco. Me parece la mejor manera de protestar, aunque sé que también tiene mucho de romántico e inútil.

En cuanto a las elecciones en sí, hay muy poco en juego: casi todas las encuestas prevén que CiU gane sin mayoría absoluta pero con más escaños que PSC, ERC e ICV juntos, con lo que el tripartito será imposible y Artur Mas, a la tercera, será por fin President de la Generalitat. Olvídense de pactos y de historias: Mas no va a gobernar con el PP, como mucho puede pactar alguna ley económica con ellos. Encontrará el apoyo de ERC para las medidas destinadas a "hacer país" y tendrá una legislatura bastante plácida salvo cuando tenga que negociar los presupuestos y se monte un guirigay parecido al de Madrid cada vez que Zapatero presenta cuentas.

Pero al final siempre hay un amigo que desea estar contigo y ahí está.

En fin, CiU ganará en una horquilla de 60 a 65 diputados, el PSC se quedará en aproximadamente la mitad -votar a Montilla es un acto de auténtica valentía-, ERC perderá bastante, aunque no sé si tanto como auguran, PP e ICV seguirán más o menos en sus números, por encima de la decena, y según la movilización de su electorado y la abstención del de los demás, puede que Ciutadans y Laporta consigan entrar en el parlamento. Cataluña tiene la sana costumbre democrática de establecer el límite para conseguir un escaño en una circunscripción en el 3%, que ya son una barbaridad de votos. Eso permite que los partidos minoritarios tengan acceso al Parlamento y a mí me parece muy bien. Mucho mejor que el 5% que se establece prácticamente en todos los demás sitios.

Con ese límite del 3% sueña Rivera en Barcelona y Laporta en Girona. Esta noche saldremos de dudas, aunque el pescado parece bastante vendido: vuelve Convergencia.

sábado, noviembre 27, 2010

Allí donde solíamos gritar


Me enamoré de ella porque se sabía los diálogos. No quiero decir que se los supiera de memoria sino que los improvisaba a la perfección. Cada cosa que decía era exactamente lo que convenía en ese momento aunque no coincidiera con lo que yo necesitaba oír. Con las personas me pasa como con las películas, si sé lo que van a decir después, me aburren.


Diría que siempre ha sido así, pero sería mentira. Uno no va por la vida buscando cosas sino encontrándoselas. A veces, las chicas mostraban una torpeza formidable a la hora de elegir las palabras adecuadas en el contexto adecuado –es decir, hacer literatura- y a veces era yo el torpe impostado tratando de impresionar no se sabe muy bien a quién ni por qué. Eso también tiene un punto enternecedor, si lo piensan.

Así que en esas estamos: ternura y espectáculo. A mí en el amor siempre se me ha criticado la falta de gol. El primero en criticármelo he sido yo. Si odio el mamoneo y lo he dicho aquí mil veces es, entre otras cosas, porque parece que el mamoneo solo tiene el objetivo de impresionar a la chica. Un concierto o una presentación se pueden convertir en un rito de apareamiento de la manera más burda. No es que yo tenga nada en contra de los ritos de apareamiento, mucho menos del apareamiento en sí, hasta ahí podíamos llegar.
Pero admiro la sutileza del guionista, eso lo reconozco.

No es que prefiera perder a jugar mal, es que no tengo ni idea de cuándo voy a ganar o perder –y tú tampoco lo sabes, te lo recuerdo- así que ante la duda, prefiero al menos jugar bonito y eso que me llevo: cuando era adolescente me refería a mí mismo como el “Julio Salinas del amor”, por su mezcla de entusiasmo y torpeza.

En fin, que me enamoré de ella porque no me exigía nada. Ella lo hacía todo de una manera completamente natural, sin ningún esfuerzo. Detecto el esfuerzo a la primera y me echa para atrás. Igual que utilizo siempre la palabra “chica” y nunca la palabra “mujer” por una especie de pánico escénico, reconozco que no tengo ningún interés en abrumar a nadie con mi palabrería. Cuando abrumo a alguien con mi palabrería –algunos lo llaman “seducir”- inmediatamente me preocupo: aquí pasa algo raro.

No sé quién decía que preguntar si era mejor dejar o que te dejen era como preguntar si es mejor atropellar o que te atropellen. Yo busco una chica que sepa lo que tiene que hacer, me arregla muchos problemas. Y lo que tiene que hacer es, exactamente, ser más lista que yo. Siempre he soñado con ser el tonto y dejarme llevar y caer en una especie de rapto absoluto que te destroce la vida si es preciso. Ser tonto, créanme, me habría ahorrado un montón de disgustos y con ser “listo” obviamente no me refiero a haber leído muchos libros de Marcuse sino a saber sonreír cuando es preciso.

Ser listo, en definitiva y en determinados contextos, es también una cuestión de estética. Que todo sea fácil y bonito y ya, decía una chica que se sabía tan bien los diálogos que asustaba. Estoy de acuerdo. Oliverio Girondo le perdonaba muchas cosas a una mujer -la lista es extensísima- pero no le perdonaba, y en esto era irreductible, que no supiera volar.  Yo prefiero decir que sólo busco una chica que pierda la vergüenza y grite “creo que voy a empezar a romperme”. Y quien quiera resultados que se fiche a Capello.
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viernes, noviembre 26, 2010

El doblete del Atleti



El gol de Caminero lo marcó Roberto Fresnedoso. Pasa a veces, por ejemplo, el gol de Redondo en Old Trafford lo marcó Raúl. Son jugadas parecidas. El Atlético de Madrid visitaba Barcelona con solo tres puntos de ventaja sobre el equipo de Johan Cruyff y la sensación en el ambiente de que, una vez más, se quedaría a las puertas de la gloria. A escasa distancia acechaba también el Valencia de Luis Aragonés y Pedja Mijatovic.

Caminero recibe en el costado derecho del área barcelonista, pisa la bola para protegerla, amaga con salir por un lado, Nadal se come el amago y se va para la izquierda. Una humillación en toda regla. Se va a línea de fondo, casi directamente a por el árbitro, que tiene que salir huyendo, y centra rasita para que Roberto empuje. No fue el gol decisivo del partido porque después empató Jordi Cruyff y la cosa tuvo que acabar 1-3 con goles de Vizcaíno y Biagini. El Atlético de Madrid es el único equipo del mundo que puede ganar un doblete con goles de Roberto Fresnedoso, Vizcaíno y Biagini, ahora que lo pienso.

El caso es que la jugada no decidió el partido y ni siquiera decidió la liga porque semanas después el Atleti perdió en casa contra el Valencia y se complicó la vida muchísimo, tanto que tuvo que esperar a la última jornada contra el Albacete para proclamarse campeón.

Era un equipo fantástico, con un once tipo que se repetía con pocas variedades: Molina; Geli, Santi, Solozábal, Toni; Vizcaíno, Simeone, Caminero, Pantic; Kiko y Penev. Con los años fueron llegando todo tipo de estrellas como Vieri, Lardín, Juninho, Valerón, Baraja, Hasselbaink... y entre todos consiguieron bajarlo a Segunda División solo cuatro años después del éxito absoluto, la plaza de toros de Las Ventas llena hasta la bandera y los elefantes desfilando por las calles de Madrid en uno de esos alardes circenses del difunto Jesús Gil.

No sé cuántos años hacía que el Atleti no ganaba un título de liga, sí recuerdo dos títulos de Copa seguidos a principios de la década: uno frente al Madrid en el Bernabéu -goles de Futre y Schuster- y otro creo que contra el Mallorca, pero puedo equivocarme.

Parecía un traspaso de poderes: Cruyff había dominado del 90 al 94 y ahora le tocaba a Antic. Once días antes los dos entrenadores se habían vuelto a enfrentar en Zaragoza, final de la Copa del Rey. Un tostón de partido que se decidió en la prórroga con gol de Milinko Pantic de cabeza. A Pantic se le daba de lujo el Barça, el año siguiente le metió cuatro goles en el Camp Nou en otra eliminatoria de Copa pero perdieron igualmente en los últimos minutos, 5-4.

Al final, el doblete del Atleti fue una especie de oasis que dejó varios mitos por el camino. El primero, el propio Pantic, a quien aún se venera en el Calderón con un ramo de flores pegado a uno de los corners. El segundo, diría, ese regate de Caminero en el Camp Nou. Incluso Almodóvar lo sacó en "Carne Trémula". Liberto Rabal -¡Liberto Rabal!- y Javier Bardem pelean en el suelo a muerte, creo que por una mujer, cuando de repente, de reojo, ven la jugada, cantan el gol y se abrazan. Luego siguen peleando.

Para mí, eso es el fútbol.

La Fábrica y Notodo, a lo Factual


Creo que muchos de mis lectores saben cómo acabó la aventura de Factual. Aunque Arcadi Espada se empeñe en seguir dando lecciones de periodismo empresarial a Rupert Murdoch y Pedro J. Ramírez, el caso es que casi todos los colaboradores -al menos los que la dirección en aquel momento consideraba que no éramos suficientemente importantes- nos quedamos sin cobrar. En mi caso concreto, se me adeudaban casi 600 euros, de los que, en un alarde de generosidad y por las gestiones de un buen amigo, conseguí recuperar unos 250. El resto quedó en el limbo.

Nunca supe qué era Factual exactamente. Contratamos a un abogado y tampoco él lo tuvo muy claro, hasta el punto de que cuando vio la maraña de subterfugios legales que rodeaban al periódico nos explicó compungido que lo único que podíamos hacer era reclamar un embargo de la cabecera o del material de oficina, opción que desapareció cuando Factual quebró definitivamente, y no quedaron por tanto ni lápices ni ordenadores ni dominios web.

Sí tengo más idea de lo que es La Fábrica, grupo empresarial de cultura al que pertenece Notodo.com y que además tiene una revista de literatura -Eñe-, otra de fotografía -Matador- y organiza exposiciones dentro de Photoespaña además de festivales de cortometraje como el Notodofilmfest con cuantosísimos premios para los ganadores. Además, tienen una editorial, en la que colaboran o han colaborado varios amigos míos.

El caso es que La Fábrica a través de Notodo.com a través de su redactor jefe me han comunicado hoy mi despido, o si prefieren, el cese de mis actividades como colaborador. No voy a negar que colaborar con Notodo durante estos años ha sido un motivo de orgullo y me ha abierto bastantes puertas, eso que quede claro. A mí lo que me parece es que cuando uno lleva desde 2003 aunque sea de manera intermitente colaborando en un sitio se merece algo más que un email, y desde luego se merece que le vayan con el finiquito por delante.

La deuda acumulada con Notodo.com asciende ahora mismo a los 510 euros. Puede que a ustedes esto les parezca una tontería, pero para mí es casi el alquiler de mi piso en un momento de extrema crisis, con reducción por todos lados, desempleo y prestación a punto de agotarse. En cualquier caso, mucho o poco, es en lo que ellos han valorado mi trabajo.

Supongo que en La Fábrica, cuyos regentes se llenan a menudo la boca a la hora de defender injusticias sociales aquí y allí, tienen bien claro que deben pagar a sus trabajadores. A los despedidos y a los que sigan. Lo supongo y lo espero. Prometo, además, que en cuanto me abonen la cantidad citada, yo lo pondré aquí y diré: "Tarde... pero bien hecho". De momento, y aunque podría callarme para no meterme en líos o proteger en algo mi carrera periodístico-literaria, sea eso ahora mismo lo que sea, quiero que quede bien claro mi temor a que lo que de momento es un retraso de dos meses en el pago (se supone que el ingreso llega a los 90 días de la publicación de la reseña) se convierta en una estafa en toda regla.

Obviamente, espero equivocarme. No porque así el mundo vaya a ser un sitio más moral y más justo, sino porque, insisto, necesito pagar mi casa.

jueves, noviembre 25, 2010

El chico equivocado en el lugar equivocado

Hace un par de años más o menos, cuando aún escribía ficción de manera compulsiva como ahora escribo sobre Messi, por poner un ejemplo de mi decadencia, escribí un relato para el taller que respondía al tema elegido de "la diatriba". En realidad, no era una diatriba en sentido estricto, pero un escritor hace bien en saltarse de vez en cuando el sentido estricto. No digo siempre, pero sí de vez en cuando.

El relato recogía una vieja idea que me lleva dando vueltas durante unos 13 años sobre el concepto de la eternidad y la vida después de la muerte con una pizca de triángulo amoroso y de infidelidad, otros dos de mis grandes temas.

Y hasta aquí lo que tiene que ver con el relato, empecemos ahora con el editor.

Conocí a Álvaro Vázquez en el garaje de la antigua casa de Pablo Ager. Venía con Jorge Marazu, los dos con una pinta de detectives salvajes que no podían con ella. Me parecieron asombrosos y maravillosos como grupo y por separado. Creo que fuimos a un concierto del propio Pablo, no podría asegurarlo, pero es probable. Desde entonces, a Jorge le he visto menos porque se volvió a vivir a Ávila, pero intento mantener mi amistad con Álvaro hasta donde nuestras agendas nos lo permiten. Para tenerlo más cerca, lo incluí como personaje en mi novela sobre francotiradores. Es el que siempre se indigna. No le importó.

Ustedes pueden pensar ahora que si Álvaro Vázquez ha decidido meter mi relato en el primer número de su revista es porque somos amigos y pretendemos formar pandilla o simplemente para devolverme el "favor" de ser el primer invitado junto a Pablo del Fuera de Contexto. Es posible y no lo voy a negar, pero prefiero pensar que es al revés: porque a mí me impresiona su talento y su entusiasmo, le elijo como amigo y le invito como cantante, y de la misma manera, porque a él le gusta cómo escribo, me llama y me pide un cuento para su revista.

El huevo o la gallina, ustedes deciden, el enlace lo tienen aquí.

miércoles, noviembre 24, 2010

Noches reversibles

Oliverio Girondo le perdonaba muchas cosas a una mujer -la lista es extensísima- pero no le perdonaba, y en esto era irreductible, que no supiera volar. A mí, que la palabra "mujer" -como a la mayoría de los hombres- me da miedo, prefiero decir que sólo busco una chica que pierda la cabeza y grite "uo, oooo, creo que voy a empezar a romperme, uo, oooo, ya no me importa que mire la gente".

martes, noviembre 23, 2010

Enhorabuena, eres el visitante 400.000


A uno le da casi pudor entrar en estas exhibiciones, pero cuando luego se resigna a no ver su nombre en ningún lado -mi corto se ha seleccionado poco, las antologías de relato me ignoran, las editoriales me dan largas, las revistas no me pagan o ni siquiera leen mi currículum...- por lo menos le queda la satisfacción interna de que aquí se le siga leyendo.

Es cierto que este año, comparado con 2006 o 2007 o cualquier otro "año metralleta", que diría Nàn, de dos o tres posts al día, viene siendo más tranquilo. Con todo, probablemente llegue a las 100.000 visitas y creo que es justo darles las gracias por estar ahí leyendo. A los habituales, a los ocasionales y a los que entraron a ver alguna foto de Amaia Salamanca desnuda -no pierdan la esperanza-, a todos ustedes gracias.

En estos cuatro años y medio han sido 400.000.

A mí me parece una barbaridad, desde luego.

lunes, noviembre 22, 2010

La novia cadáver


Besaba a una chica en la fiesta de inauguración de una discoteca de moda. Plaza del Carmen. Yo sonreía mucho y la chica no se creía nada pero aun así se dejaba besar porque eso hacemos todos y recuerdo que sonaba a todo trapo una canción que repetía “I´ve heard it all before, I´ve heard it all before”… y ella paró de besarme, dijo que iba al baño y de alguna manera la perdí, me pegué a la barra y dejé que la noche pasara por encima de mí sin ofrecer resistencia alguna, tal y como me había recomendado Loriga muchos años antes.

Para mí, eso es la literatura: el momento en el que te ves desde fuera. Eres el chico que besa a una camarera que sabe que estás mintiéndola mientras Madonna lo corrobora por los altavoces. De repente, te has convertido en un personaje. Uno de los mejores estribillos que se han escrito en los últimos años es de Luis Ramiro y dice “te volveré a mentir, te follaré a traición…”.

Fantasía. Extrañamiento. Engaño.

Hace años hice un curso de escritura. Relato breve. Entre las típicas preguntas que nos hacían a los alumnos el primer día estaba la de “¿qué relatistas te gustan?” y la de “¿cuándo sientes la necesidad de escribir?”. Yo contesté: “Cuando las cosas parecen tener sentido, cuando de repente todo cuadra”, pero el profesor no entendió nada, me miró con un gesto extraño que parecía decir “este chico va a traer problemas” y pasó al siguiente. Algo parecido me pasó en la Universidad, discutiendo sobre el Principio de Razón Suficiente de Leibniz. En fin, no voy a aburrirles, cosas de filósofos que acaban persiguiendo camareras por discotecas, nada que no le hayan leído mil veces a Henry Miller.

El caso es que la literatura parte de cierto sentimiento de alienación. Eres otro y necesitas contarte. O te ves o te imaginas, pero de repente hay un relato, hay una relación, estás viviendo y te estás narrando. Volvamos a Miller de nuevo y sus peleas constantes consigo mismo: si sigo pensando en escribir el puto libro, no voy a poder aprovechar este momento. Disfrútalo y escríbelo después. Parte de mis amigos insisten en que mi vida es caótica porque me empeño en literaturizarla y yo tiendo a pensar que la literaturizo porque es un caos. ¿Ven al chico que sonríe en la portada? Ese soy yo. Ustedes lo ven y yo también lo veo, pero obviamente no me veo a mí, veo a alguien con mi nombre y mi cara.

Un personaje.

La chica volvió del baño pero ya era demasiado tarde para cualquier cosa, es decir, yo ya tenía relato. Y mucho sueño. No volvimos a besarnos hasta un año y medio después cuando ella ya no era camarera. Fue a la salida de un espectáculo de magia en el barrio de Prosperidad. Tengo la sensación de que ella pensaba que me lo debía. El espectáculo había sido de primera, eso hay que reconocerlo.

Aquel estribillo terminaba: “Te volveré a mentir, me olvidaré de ti, me buscaré una novia cadáver que solo piense en mí”. Siempre he admirado el sugestivo encanto de las canciones rencorosas.

domingo, noviembre 21, 2010

Circuit

Dejo aquí la reseña que he publicado en Neo2 de la película "Circuit", después de un fin de semana de altibajos en Santander:

BARCELONA DENTRO DE UN VIDEOBOOK
El cine catalán puede pecar en ocasiones de una cierta pretenciosidad e incluso de un abuso de la irrealidad a la hora de describir ciudades –Barcelona, preferentemente- que no existen a los ojos del ciudadano. Lo mismo le pasa a Woody Allen y no es tan grave. Lo que no se puede criticar en ningún caso es su falta de valentía. El cine en Cataluña está viviendo un período de esplendor precisamente por su valor a la hora de proponer nuevos enfoques que traten la crisis de la clase media, sin duda, y durante décadas, su tema favorito. El año pasado, aparte del éxito sin matices de “Tres días con la familia”, de Mar Coll, pudimos disfrutar de “Trash”, una película que mezclaba un montaje rápido, estética indie, personajes al límite y una historia algo truculenta. “Circuit”, dirigida por Xavier Ribera Perpiñá, tiene algo de “Trash” en la forma a veces deslavazada y con ese punto de video-clip, casi de video-book, que tienen algunas escenas, pero rebajando el tremendismo, lo cual sin duda se agradece.
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La película se centra en el mundo de la moda y las tendencias, con un rollo quizás excesivamente “cool” pero que funciona. Vic, un fotógrafo francés de fama mundial y residente en Barcelona, necesita huir después de su última y fallida relación y deja todo su “imperio” en manos de una desconocida que admira su obra y se ofrece a continuarla. Probablemente, el tema de nuestro tiempo sea la huída y en este caso tenemos un nuevo ejemplo: la necesidad de dejar de ser quienes somos y convertirnos en seres anónimos que habitan lugares anónimos. Vic no quiere más fama ni más modelos, busca una especie de excentricidad y serenidad distante que de alguna manera no deja de reforzar su aura de “maldito” y “enfant terrible”. En medio del caos quedan la aprendiz de fotógrafa, una diseñadora de moda y una sucesión de historias cruzadas que incluyen a una modelo de fama mundial, un periodista de una revista de motor, un chico obsesionado con un amor de verano y dicho amor de verano, convertida a su vez en maniquí de pasarela.
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La principal virtud de “Circuit” es sin duda el reparto: Sophie Auster, en su papel de protagonista y musa, está espectacular, Leticia Dolera y Óscar Jaenada cumplen a la perfección con sus roles de secundarios y el resto –incluyendo a Michelle Jenner- están a la altura de una historia sencilla sobre gente muy complicada que parecen dar vueltas todo el rato en la misma rueda, como los peces de Pink Floyd, como los ratones de laboratorio… como los Alonso y Lorenzo en el circuito de turno.

Últimos sondeos elecciones catalanas

Sé que esto tiene un interés limitado para mucha gente pero me parecía un poco estúpido seguir los sondeos electorales durante semanas y no hacer caso a los últimos. Para no aburrir, me limitaré a poner los datos de La Vanguardia, El País, El Mundo y ABC por orden -completamente subjetivo- de credibilidad. Entre paréntesis, los escaños conseguidos en la pasada legislatura.

                            VANGUARDIA        PAÍS        MUNDO      ABC

CiU (48)                63-65                   64-65           61-65         60-62
PSC-PSOE (37)     31-32                     30             30-32             31
ERC (21)               10-12                      9                11                11
PP (14)                   14                       13-14            17-19          15-16
ICV (12)                9-10                         10              9-10           12-13
Cs (3)                      4                          6-7               1-3                5
PSi (0)                    0-1                        1-3               0-1                0-1


Sorprendentemente, el partido de Carmen de Mairena se quedaría sin representación parlamentaria.

viernes, noviembre 19, 2010

Más que amigos


Yo me identificaba con Chemita.

Chemita era el feo del grupo de la manera que se puede ser feo en una serie de post-adolescentes, es decir, no siendo escandalosamente guapo y musculoso. Andaba detrás de Paz Vega y Elena Ballesteros de una manera un tanto aleatoria. A la que caiga. Intentaba hacerlas reír y mostraba su inteligencia y ellas se iban con el primer Javi Martín que aparecía por la pantalla.

La idea era muy sencilla pero muy resultona: hay un grupo de veinte-treintañeros más o menos en crisis pero son amigos, muy amigos, amantes en ocasiones, y se juntan en un bar de la Plaza de los Cubos para festejar su amistad y leer el periódico con Iñaki Miramón y Emilio Línder. Junta unos cuantos embarazos, crisis matrimoniales, amores no correspondidos y recuperaciones para septiembre con un verano de piscinas, bikinis y abdominales y tienes la serie ideal para el chico de 20 años que yo era en 1997.

La serie triunfó -hasta cierto punto: empezó como serie veraniega y duró hasta marzo del año siguiente- por los actores. Eran guapos, divertidos y muy buenos. Ya he mencionado a Paz Vega y Elena Ballesteros, debutando en televisión las dos, además teníamos a Alberto San Juan, Melanie Olivares, Ana Risueño -siempre estuve enamorado de Ana Risueño-, Armando del Río, Leire Berrocal y Jordi Bosch, que interpretaba al mencionado y golpeado por la vida Chemita.

Uno se hace mayor el día que se entera de que Elena Ballesteros tiene un hijo y está casada con un amigo tuyo.

Es terrible.

Casi todos han hecho carrera, más o menos exitosa, incluso con coqueteos hollywoodienses. Creo que ahí estaban en su salsa. Soy un firme defensor de los relatos generacionales aunque todas las generaciones tengan los mismos problemas. Entre "Compañeros" y "Física o química" hay una diferencia de grado pero no de modo. De lenguaje y de formas pero no de fondo. Chicas guapas y chicos atractivos. Sueños de una realidad maravillosa y perfecta que no se parece en nada a la que te rodea. "Friends", en una palabra. Toda nuestra generación vivió enamorada de Jennifer Aniston y Courtney Cox y así nos va a todos.

jueves, noviembre 18, 2010

Conclusiones sobre el Portugal 4 -España 0


No me dio tiempo a ver el partido entero, así que haré algunas consideraciones generales sobre lo que vi, principalmente la segunda parte, y el resultado. El debate surgió en Facebook, cuando yo dije que me daba un poco igual perder un amistoso y un amigo, con parte de razón, dijo que esa era una excusa pobre porque al fin y al cabo son profesionales, como los obreros. Me pareció un argumento sólido en apariencia, pero con algunos matices de importancia:

No es solo problema del profesional sino del gestor: si yo fuera capataz y tuviera un grupo de obreros que viene de construir los dos edificios más bonitos de la historia del país y los viera agotados, probablemente les daría descanso, no les diría: y ahora vais a competir contra los once mejores obreros portugueses...

Tampoco hace falta recurrir al ejemplo del obrero, todos somos profesionales. Yo doy clases de inglés. Creo que soy muy bueno y desde luego creo que soy profesional: no falto nunca a clase, preparo los temas, mis alumnos aprenden... pero no soy el mejor todos los días. Hay días que soy bueno y otros días confundo nombres de alumnos o pronuncio mal una palabra o me lío con un ejercicio. El asunto es que no hay un periodista de Marca cada día en mi clase para hacer un artículo sobre mis errores.

El otro día, charlaban Patricio Pron y Marcos Giralt sobre literatura: Giralt decía que ahora mismo prefería jugar con su hija pequeña que escribir un libro. Patricio le contestó: "probablemente, eso sea porque no tienes a Ignacio Echevarría (un famoso crítico) diciéndote si juegas bien o mal con tu hija". Que la vida fuera del trabajo de los futbolistas es menos estresante que la nuestra es obvio. Eso no quiere decir que su trabajo sea menos estresante. Al contrario. Millones de personas te juzgan por cada cosa que haces. No esperan a que el edificio esté acabado o a que el proyecto se termine o a que el libro esté escrito o a que el curso se acabe. No. Si un día tienen un error, solo un día, solo un error, hay alguien dispuesto a decir que no son profesionales y que no sirven para nada.

En conclusión, cuando España ganaba amistosos pero caía en cuartos, la gente se indignaba. Cuando ganó la Eurocopa pero parecía que no ganaríamos el Mundial, la gente se indignaba. Ahora que ha ganado la Eurocopa y el Mundial pero pierde un amistoso, ¿también hay que indignarse? ¿Parece eso una exigencia razonable?

miércoles, noviembre 17, 2010

Tamara Drewe

Me encantó esta película, por completo, de principio a fin... y decidí escribir esta reseña para Notodo.com:


Tamara Drewe empieza con un extracto de The Fear, la canción de Lily Allen, y desde luego no es ninguna casualidad. En esa canción, Lily Allen habla de ganadores, estrellas de cine, el brillo de la fama, el éxito... y el pánico que todo eso acaba provocando. Más que el pánico, en el caso de la película de Frears, el caos. Basada en la novela gráfica de Posy Simonds, Tamara Drewe es una especie de American Beauty en un amable pueblo de Inglaterra donde nunca pasa nada. Tiene ese punto costumbrista y enloquecido a la vez que está en la película de Sam Mendes y también en la gran mayoría de los filmes burgueses de Claude Chabrol. Una comedia agria, personajes en situaciones límite con valores muy dudosos a la hora de actuar.

Sobre todo, es una película sobre patitos feos, empezando por el primer patito feo, la propia Tamara, que vuelve al lugar donde pasó su infancia recién operada de la nariz, guapísima y con una carrera de éxito en el periodismo. Belleza, juventud y talento, ahí es nada. Por supuesto, la vida de Drewe a partir de entonces parece casi una venganza, pero una venganza desesperada. Fascinada ante sus nuevas posibilidades -antes era tan fea y rechazable- se decide a abrazarlas todas a la vez, no con deleite sino con un punto sufriente. ¿Qué esperan de mí, qué esperan que haga, cómo quieren que no lo quiera todo? Gemma Arterton borda el papel de esta chica de pueblo con ínfulas que se ve en medio de mil confusiones sin hacer absolutamente nada por apartarse.

Los otros patitos feos son los escritores que se juntan en torno a la luz brillante de Nicholas Hardiment, el autor de best sellers que ofrece su modesto cottage para que aspirantes a novelistas y ensayistas disfruten de la tranquilidad y el aburrimiento sórdido del campo, sus vacas y sus vecinas con escopeta. Colegialas confundidas que sueñan con estrellas del brit pop y estrellas del brit pop que no consiguen ver más allá de sus narices. Infidelidades enfermizas. En fin, qué vamos a contarte: Lily Allen y la maravillosa capacidad de Stephen Frears para bordar la ironía.I don´t know what´s right and what´s real anymore, nos canta ella y eso exactamente es lo que nos muestra el maestro.

martes, noviembre 16, 2010

El Festival Eñe

 
El Festival Eñe es un hermoso encuentro cultural que se celebra cada año en el Círculo de Bellas Artes y en el que un montón de escritores en activo hablan para un montón de escritores en paro. Podría hablar durante párrafos y párrafos de la eficiencia de la organización: horarios cumplidos, salas siempre dispuestas, amabilidad constante durante casi 48 horas, preocupación por la comodidad de los asistentes, creación de una atmósfera relajada en la que se apelaba al respeto sin caer en absurdos tratamientos VIP... pero resulta que Recaredo Veredas ya ha hablado de todo eso en su análisis y me parece brillante y acertado.

Pasaré al "qué hay de lo mío", es decir, mi experiencia personal. Empecé con Rodrigo Fresán, el viernes a las 5. Era una hora complicada, no solo por la modorra sino porque coincidió con el crepúsculo. Tenía un punto irreal oír a Fresán hablar de la literatura argentina como cosa de otro mundo incomprensible y a la vez verle cada vez más en penumbra, esforzándose por escudriñar sus propias notas en la casi oscuridad de la tarde de otoño-invierno. Por lo demás, la conferencia estuvo muy bien. Con Fresán tengo un problema: nos conocemos personalmente, nos hemos cruzado emails, siempre ha mostrado una amabilidad tremenda hacia mí, pero cuando me lo encuentro en algún lado me da un miedo horrible molestarle y hablar sobre cualquier trivialidad. Llámenlo timidez, llámenlo respeto.

Tras Fresán y precisamente por culpa de Fresán, me quedé a escuchar a Guillermo Saccomano hablar de "El eternauta" y la novela de la clase media argentina. La conferencia fue insufrible, una monotonía de reivindicaciones de lucha armada y militares golpistas sin demasiado hilo. La charla posterior fue mucho mejor. Saccomano es un tipo que se maneja bien en la conversación y se pierde un poco al disertar. Esa es la sensación que me dio. Tras Saccomano, el tercer argentino, Patricio Pron, y Marcos Giralt Torrente. Hablaban sobre cómo fracasar siendo escritor y obviamente el tema me interesaba. A mí y a muchos. Patricio tiene un punto Woody Allen que le hace muy divertido y chocaba con la sobriedad de Giralt. Una buena combinación. Cuando consideraron "publicación tardía" el publicar con 27 años estuve a punto de levantarme indignado y huir de ahí, pero me aguanté las ganas y la ira.

El punto final de la jornada -tras bocadillo de tortilla y reencuentro con viejos amigos en típico bar castizo- lo puso Elmer Mendoza, que nos leyó como veinte páginas de su libro, así, a quemarropa, en plena medianoche. Como sugirió un amigo: "Este lo venía leyendo en el avión y ha dicho ´pues ya me lo acabo en la conferencia´". El tema -narcotráfico, violencia y literatura en México- era mucho más sugerente que la intervención, desde luego.

El sábado retomé a las 12, con los inefables Esther y Oscar Tusquets. Brillantes, divertidos, cínicos, inteligentes... pequeños burgueses catalanes a mucho orgullo. Tuve que dejar la charla casi a medias para poder llegar a la de Armas Marcelo y Jorge Eduardo Benavides sobre Vargas Llosa. La verdad es que hablaron lo justo del nuevo Nobel y tampoco le importó a nadie. Fue una delicia. La mejor frase la puso Armas Marcelo: "Tengo una autoestima altísima y no pienso bajarla ni un poco. Es una cuestión de salud". Me dio envidia. De alguna manera, solo esa charla ya valió un Festival entero. La facilidad para reconocer enemigos y puñaladas y asimilarlas como parte del negocio y no correr tupidos velos.

La tarde me llegó algo cansado, como podrán imaginar. Elvira Navarro habló de la ciudad y sus márgenes, con un par de conceptos potentes y una indudable dosis de nerviosismo, Javier Montes diseccionó "The clock", la película que dura 24 horas en tiempo real y Vicente Luis Mora habló de Jordi Carrión y de Google. Sonó un poco postmoderno, la verdad. Yo estaba ya saturado por entonces así que probablemente fue culpa mía. ¿Qué más? Bueno, hubo grandes nombres para las masas, que siempre está bien, pero no me llamaron demasiado la atención. Conseguí ser un gafapastas entre los gafapastas.

Mi mayor ambición siempre ha sido destacar, ya lo saben.

lunes, noviembre 15, 2010

Preferiría no hacerlo

Para aquellos que no lo sepan, tengo una columna en Culturamas que complementa bastante lo que se puede leer en este blog. La actualizo de manera más o menos semanal, sin estrés, y aquí les dejo la última entrega:

A Cheever le siguió Vila-Matas. En medio quedó Severiano Ballesteros. No siento ningún pudor a la hora de admitir que muchos de mis libros preferidos son biografías de deportistas famosos. En las biografías de cantantes, actores e incluso jugadores de golf está resumida toda la literatura contemporánea: fama, poder, mujeres, sexo, conflictos resueltos y por resolver, traiciones, trampas, confidencias, expectativas, familias desestructuradas y fans enloquecidos… solo falta algún vampiro que otro.

O algún templario.

Vila-Matas parte de todo lo contrario en su “Bartleby y compañía”: la austera normalidad del escritor en potencia que prefiere no escribir por las razones que sean. Vuela sobre el libro la pregunta: “¿por qué escribir?”, pero a mí esa me parece una pregunta nimia. Mucha gente escribe. Efectivamente, es una necesidad; no a la altura de la expresión oral, pero que está ahí. La verdadera pregunta sería “¿por qué publicar?” y solo se me ocurren de entrada dos respuestas: “Para ganarse la vida” y “para alimentar el ego”. Las dos me parecen muy razonables. Ganarme la vida alimentando mi ego es algo con lo que llevo soñando años.

Otra cosa es que esto se esté convirtiendo en un disparate, hasta el punto de que ni siquiera sé lo que quiero decir con “esto”. El mundo de la cultura, supongo, si es que eso quiere decir algo, que lo dudo. Ahora mismo, un escritor tiene que agradar a demasiada gente para poder cumplir su sueño de alimentar ego y estómago. Un escritor y un cantante. Y un actor, más. Al actor, encima, se le pide –se le exige- que sea político. Un escritor puede limitarse a ser excéntrico y un cantante… en fin, digamos que a un cantante se le pide más bien poco y no veo por qué tendría que ser de otra manera.

El concepto del escritor como producto de consumo de masas no me indigna. Simplemente, me agota. Las conferencias, las charlas, los encuentros, las presentaciones, las entrevistas, los reportajes, las fotos, los agentes, los editores, las distribuidoras… El problema surge cuando el “preferiría no hacerlo” se convierte no en algo propio sino ajeno. Cuando llega el miedo. El miedo a que los demás prefieran no llamarte para sus columnas, sus revistas, sus portadas, sus coloquios, sus imprentas, sus estanterías.

De hecho, eso es lo que se suele encontrar el escritor novel: un montón de “preferiría no publicarte”, “preferiría no distribuirte”, “preferiría no reseñarte”. No entiendan esto como el clásico alegato del llorón para el que las uvas están ácidas. Yo he dejado claro desde el principio que quiero escribir y publicar, y luego poder elegir a lo Bartleby si me quedo o no. Vila-Matas dedica todo su magnífico libro a esas decisiones personales y olvida que ya ni siquiera son personales sino que las toman por ti.

Con todo, ¿por qué seguimos queriendo ser escritores aparte del ego? Porque confiamos en que algún día alguien a quien admiramos, Vila-Matas por ejemplo, escriba sobre nosotros.

Y que compren nuestra biografía, por supuesto.

Una última aclaración: el que dice “ego” dice “sexo”, claro. Serrat reconoce que aprendió a tocar la guitarra para poder ligar y no seré yo el que niegue que empecé a escribir como una de tantas maneras de llamar la atención. Mi manera, en cualquier caso. En fin, se me hace tarde. Ese será tema para otro día, me temo. Todo un tema: sexo, cultura y mamoneo. Seguro que les suena de algo.

domingo, noviembre 14, 2010

Ferrari le regala a Vettel el Mundial de Alonso


Lo desconcertante no es solo la decisión de Ferrari sino el empeño de los comentaristas de La Sexta -Marc Gené y el inefable Lobato- en pasar por alto el gigantesco error. Recapitulemos: para empezar, Alonso deja pasar a Button. No quiere problemas, muy bien. Sigue entre Button y Webber unas vueltas hasta que el australiano decide meterse a cambiar ruedas y sale en medio de tráfico, detrás de Alguersauri. En Ferrari piensan que va a ir a toda leche y le ordenan a Alonso meterse también... y salir en medio de tráfico. Resultado: Button acaba tercero con mucha diferencia, los neumáticos no se degradan y es imposible adelantar.

Imposible para Alonso, imposible para Hamilton... y hubiera sido imposible para Webber.

Parece increíble que Ferrari se comiera el anzuelo de esa manera: deja que Webber se pelee por detrás y  mantén tu cuarta plaza tranquilamente. Jugártela a bajar de entrada al décimosegundo lugar es un suicidio. Insisto: tan solo con que Alonso hubiera seguido a Button, le hubiera calcado la estrategia, hubiera acabado cuarto con suficiencia absoluta. Que el trabajo de todo un año se tire por la borda con una decisión así es para tomar medidas urgentes. Una catástrofe. Un ataque de pánico acaba con todo en tan solo unos segundos.

En fin, siendo positivos, cabe resaltar el enorme año de Fernando con un coche mucho peor que el de sus rivales. Basta con ver los resultados de Massa. Por otro lado, conviene recordar lo que pasó hace una semana en Brasil cuando todo el mundo se frotaba las manos por las no órdenes de equipo de Red Bull. Esa decisión les ha permitido tener dos balas que jugar en Abu Dhabi y ha bastado. Han jugado con Ferrari commo han querido. El año que viene no será igual.

sábado, noviembre 13, 2010

Entrevista con David Pinillos

¿Aún no han visto "Bon appetit"? Es una película ideal para tarde fría de domingo (noche fría de sábado si leen esto ahora mismo) Aquí les dejo la entrevista que publicó Notodo.com ayer con el director, David Pinillos:

Es noviembre pero parece abril. Tarde de terrazas en Tirso de Molina y turistas mirando sus mapas de metro como si fueran jeroglíficos. David Pinillos llega algo cansado, ya de entrada. Lleva semanas repasando las copias que se estrenarán el viernes 12 por toda España, hablando con los actores de doblaje y cuidando que nada estropee una película que ha deslumbrado de festival en festival durante meses. Ahora le quedan por delante días de mirar las cifras: cuántos espectadores el primer fin de semana, cuántas copias retiradas o reclamadas... Uno se pasa años soñando con su primera película, sabe que va a gustar a quien vaya a verla pero no sabe quién demonios va a ir a verla. Y de eso puede depender una carrera.
 
Notodo: La película se llama Bon appetit con el subtítulo “Historias de amigos que se besan”. Es una frase muy sugerente…
David Pinillos: Es que siempre me han interesado los terrenos fronterizos, sobre todo en lo sentimental. Cuando empiezas a mezclar cosas que no puedes controlar y tienes que arriesgarlo todo o resignarte a perderlo. Intento retratar la búsqueda de ser fiel a uno mismo por encima de las consecuencias.

NTD: Sin embargo, a tus personajes les cuesta muchísimo llegar a expresar lo que sienten
DP: Sí, son de hervor lento, como yo (risas). Es cierto que busco personajes con dificultad para expresar lo que sienten. Me centro en todo ese momento de carga, el proceso de latencia, por decirlo de alguna manera, justo antes de que exploten. Creo que es la historia de todos nosotros, todos nos callamos. Hemos pensado muchas más veces “te quiero” de lo que lo hemos dicho, ¿no?

NTD: Pero luego dices “Te quiero” y te sueltan “Gracias” como le pasa al protagonista de “Dolly” con Xenia Tostado. Ese es un trago duro de pasar…
DP: Las historias de amor reales son así, imperfectas. Me acerco a lo que ya conozco, lo que todos conocemos: personajes imperfectos, situaciones imperfectas… Trabajo mucho con los actores para que le den más vida a los personajes y entre todos los enriquecemos con nuestras vivencias. Si te fijas, hay algo casi generacional en cuanto a las emociones: Borja Cobeaga, Sánchez-Arévalo, Planell, Rodero… todos estamos hablando de sentimientos y de lo difícil que es expresarlos. Bon appetit no es cine social ni mucho menos pero sí hay algo de vencer el miedo al fracaso que tenemos en la sociedad y atrevernos a conseguir nuestro sueño, sea la chica o el trabajo de nuestra vida. Parece que nos conformamos con tener algo seguro en vez de intentar conseguir lo que queremos.

NTD:
El amor… ya se sabe.
DP: Sí, es un universal, nos interesa a todos. Es sencillamente complejo. A mí me gusta decir que el amor todos lo padecemos pero todos lo disfrutamos. A veces, el amor te puede dar unos tortazos tremendos y lo pasas fatal, pero lo olvidas. 

NTD: El sueño de Dani (Unax Ugalde) es ser cocinero. ¿Cómo se te ocurrió esa idea y además mandarlo a un sitio en principio tan poco glamouroso como Zurich? Es todo un atrevimiento para una primera película.
DP: También tiene algo de generacional. Todos conocemos a más y más gente que se tiene que ir al extranjero para cumplir sus sueños. Aquí está todo muy espeso. En cualquier caso, quería aislarlo y por eso lo mandé a Zurich, podría haberlo mandado a Londres o París o Berlín… pero me parecía demasiado tópico. La película está rodada en inglés porque es el idioma en el que tienes que hablar cuando te encuentras trabajando en el extranjero con otra gente de otros países. Le da un punto de realidad. Dani siente la pasión por la cocina que puede sentir un escritor por publicar su libro o un director por dirigir una película. Para él, la cocina es arte y es creación y eso justifica que se vaya a otro país y que dedique 16 horas al día a trabajar en algo que no sabe si va a salir bien o mal. Si quieres ganar dinero, mejor dedicarte a otra cosa.

NTD:
De paso, le da una salida internacional a la película…
DP: Sí, es una coproducción con diversos países y eso ha hecho la financiación más fácil. Creo que el futuro está en este tipo de coproducciones, le da una salida más natural. Además, Nora Tschirner, la protagonista, se ha convertido en una estrella en Alemania gracias a “Conejito sin orejas” y eso nos puede ayudar. Por ejemplo, el 25 de noviembre salimos en Alemania, el 17 de diciembre, en Suiza y a principios de 2011 en Italia.

NTD: Nora está maravillosa en la película, con esa mirada de chica especial, algo insegura pero tremendamente fuerte. ¿Cómo llegaste a ella?
DP: La vi en “Kebab Connection” y me encantó. Se lo dije a mi productor, que la quería a ella para el papel de Hanna y ahí tuvimos un golpe de buena suerte y de mala suerte a la vez. La buena suerte era que ella ya había trabajado en una película española y le gustó mucho la experiencia. La mala suerte tenía que ver con el éxito que os comentaba de “Conejito sin orejas”. En Alemania fue un bombazo y pensamos que ya no querría meterse en una historia más modesta como la nuestra.

NTD: Pero se metió...
DP: Sí, le mandamos el guión, mi corto, películas de Unax y a ella le gustó el proyecto. Solo puso la condición de reunirse personalmente conmigo, así que aprovechando la Semana del Cine Alemán en Madrid desayunamos juntos, le expliqué mi forma de trabajar, con más ensayos de los que solía hacer en Alemania… y le pareció bien. Aceptó encantada y eso aumentó el interés de los productores alemanes, también. Es una especie de regalo, le da el punto de comedia y de drama que necesita la película. Es una chica muy especial.

NTD: ¿Desde el principio pensaste en Unax Ugalde?
DP: Bueno, al principio el personaje estaba pensado como alguien más joven que Unax, un poco en el estilo de “Dolly”, pero luego surgió la posibilidad de trabajar con él y me planteé que era una oportunidad para que el personaje de Dani afrontara situaciones de mayor madurez, tuviera que plantearse otro tipo de decisiones cruciales que iban más allá de la primera juventud. Unax me parece de los mejores actores de su generación: tiene una enorme capacidad de trabajo, es generoso y exige mucho. Al director y a sus compañeros. Pero a la vez acepta que le exijas a él. Por ejemplo, recuerdo que me pasé cinco días en su casa, repasando hoja por hoja el guión lleno de anotaciones suyas que necesitaba aclarar. Lo tiene todo en la cabeza.

NTD: Unax se llevó el premio al mejor actor en Málaga y tú el premio al mejor guión , así que la cosa funcionó. ¿Cómo fue todo aquello: tu primera película, una acogida así…?
DP: Era la primera vez que la proyectaban. Fue un subidón total, sobre todo ver la reacción de la gente, que a la gente le llegaba lo que yo estaba contando. Mira, a mí me interesan las películas humanas, hablar de cómo somos, cómo nos relacionamos. Tengo la sensación de que cada vez estamos más aislados, que ya no decimos ni “buenos días” a nadie. No tenemos ni que preguntar cómo se va a un sitio porque en nuestro móvil ya viene el camino. El buen recibimiento de la película me dio mucha energía y me ayudó en el proceso en que estoy ahora de terminar el guión para mi próxima película, que quiero que también tenga que ver con las emociones.

NTD: ¿Y cómo llevas estar ahora bajo los focos después de tantos años un poco en segundo plano?
DP: Asusta. Por un lado, estoy muy feliz por cómo ha acabado todo, por el recibimiento en Málaga… Estoy muy orgulloso. Pero asusta porque te expones. Cuando estás en el proyecto de otro te involucras, claro, pero no es lo mismo, no hay que pasar por todo este mundo de las entrevistas, la promoción… Es algo que no tienes en cuenta cuando haces una película. Yo no hago películas para poder dar entrevistas, aunque sé que es parte del trabajo, casi, hago películas para hablar de personas y sus sentimientos.

*Bon Appetit. Historias de amigos que se besan se estrena el viernes 12 de noviembre en toda España

La muerte de Luis García Berlanga


Después de la muerte de Alexandre, venía a decir aquello de "solo nos quedan Berlanga y Saza". Probablemente, aquello fuera injusto, porque quedará mucha más gente que han quedado un poco en el olvido, pero esos dos fueron los nombres que me vinieron a la cabeza. Lo de los últimos años viene siendo una terrible escabechina. Desgraciadamente, Berlanga falleció ayer en circunstancias que aún ignoro pero que supongo tendrán que ver con sus 89 años.

Intentar abarcar su importancia en el cine español es imposible en unas líneas. Basta con reparar en que cada necrológica era un poco la suya: si moría López Vázquez hablábamos de "La escopeta nacional", si moría Emma Penella hablábamos de "El verdugo", si moría Manuel Alexandre era imposible no recordar "Plácido" o "Todos a la cárcel". Berlanga se nos iba quedando en cada nuevo obituario hasta que al final decidió convertirse en protagonista.

Por derecho propio, no solo el más grande director de la historia del cine español sino uno de los más grandes de la historia del cine europeo durante más de 30 años, dejaré a un lado sus últimas películas.

Mi primera idea de la muerte de Berlanga tiene que ver precisamente con "París, Tombuctú", si no me equivoco -hablo de memoria- la película con la que decidió acabar su carrera allá por 1998 o 1999. El final era un plano que se iba abriendo y dejaba ver una inscripción en una pared en forma de graffiti: "Tengo miedo. Luis G". Aquello me aterró. Parecía una carta de despedida en toda regla. A Berlanga le pasaba algo, pensé, o al menos él está convencido de que le pasa algo. No debió de ser así porque de aquello hace once años, pero no volvió a dirigir, supongo que en parte por falta de fuerzas y en parte por falta de entusiasmo.

Insisto: me faltan palabras y conocimiento para valorar la obra de Berlanga. Desde la distancia del treintañero que nació cuando casi toda su obra estaba ya terminada y solo pudo disfrutar de algunas obras maestras por vídeo, televisión y algún cine ocasional, la figura aparece enorme, colosal. Esto no puede ser un repaso de todas sus películas, porque para eso ya tienen IMDB. Dense un paseo por ahí y comprueben.

Este rincón, más que de cine, habla de admiración.