El Real Madrid y el Barcelona comparten motivos para el optimismo y el pesimismo. En Chamartín se alegran: después de una crisis institucional, deportiva y de vestuario gigantesca, apenas están a dos puntos del liderato y empatados con el Barcelona. Su juego, además, parece ir asentándose en torno a la presión, la lucha y el perfil bajo, exactamente lo que quiere Capello.
En Barcelona, también están contentos. Después de jugar la primera vuelta casi entera sin Eto´o ni Messi, después de viajes a la otra punta del mundo, decepciones deportivas y pequeñas lesiones de Ronaldinho, Deco, Xavi, Iniesta, Zambrotta, Thuram, Saviola, Motta, Edmilson, Márquez, Silvinho y Van Bronckhorst... están a dos puntos del líder y empatados con el Madrid.
La mala noticia para ambos es exactamente la contraria: ninguno de los dos se ha podido aprovechar de la coyuntura negativa de su eterno rival.
El único que tiene verdaderos motivos para estar contento ahora mismo es el Valencia, que vivió una plaga de lesiones similar a la del Barcelona, se vio a más de diez puntos del liderato y, ahora, con todos sus jugadores en forma, está a cuatro puntos del Sevilla, a dos de Madrid y Barça y vivo en la Copa y la Champions.
La liga es, como mínimo, cosa de cuatro. No descartemos aún al Atleti.
#41 Lo que hay que leer
-
Neurociencia del desamor
La caloría no poética
La guerra de Céline
El arte de hablar en público…
Hace 2 horas