En el taxi, una de las estrellas de la COPE se queja de que "la gente de bien no podamos ir a la manifestación del sábado por estar politizada". Todo porque no se ha incluido la palabra "libertad" en el lema de la convocatoria.
Bien es cierto que podía haberse incluido y no hubiera pasado nada, pero recuerdo convocatorias a las que la gente de bien no podíamos ir tampoco, las que decían que el presidente del Gobierno era un títere de ETA o un miembro de ETA directamente, un mamarracho, un incapaz, un estúpido... Es complicado pensar que una manifestación así no era una manifestación politizada.
El caso es que la gente de bien cada vez lo tenemos más difícil para protestar si lo único que queremos es protestar contra los asesinatos y dejarlo ahí. Nadie parece querer dejarlo ahí. Ese es el problema.
Hago un pronóstico facilón: el sábado irán unas 200.000 personas a la manifestación, 75.000 según la Comunidad de Madrid, cerca del millón para El País y la Delegación del Gobierno. El efecto boomerang.
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