Una excelente noticia, por cierto. No podía ser que una banda terrorista fuera más contundente que un gobierno democrático a la hora de establecer sus límites.
Sin embargo, una noticia que dejó a los periodistas de "El País" con el pie cambiado. Por la noche, en el debate de Telemadrid -partidista, pero no demasiado- Anabel Díez, responsable de cubrir la actualidad del Parlamento, afirmaba que las palabras de Zapatero del sábado habían "sido un error" y que lo bueno era lo dicho ayer por Rubalcaba.
Todo lo contrario de lo que mantenía su periódico esa misma mañana, con el conocido argumento de "no podemos dar la impresión de que rompemos un proceso que han roto ellos". Victoria Prego, que seguro que no lee este blog, retomó un argumento bastante sólido: ¿ante quién no se puede dar esa impresión?, ¿hay algún ciudadano que piense que no ha sido ETA la que ha roto el proceso?, ¿tienen que ser más claros?
Anabel calló y otorgó. No lo tenía fácil. Jugar fuera de casa y con media plantilla lesionada es lo que tiene, aunque un comedido Miguel Ángel Aguilar acudiera al quite alguna vez.
Fue un buen debate. Bastante educado. Bastante instructivo, también. Por una vez, a lo que se ve, el periodismo está por detrás de la política, y no se siente en absoluto a gusto.