El coche no me deja en Moncloa, me deja en Canal. De ahí voy andando a Quevedo, me tomo un pincho de tortilla y camino por Eloy Gonzalo hasta Olavide, Luchana, Manuel Silvela y salgo a Sagasta. Unos metros más adelante está la salida del metro de Alonso Martínez.
He quedado con tres chicas guapas y a Dani Flaco le parece bien. "Me haría ilusión que viniera tu tío, pero que vengas con chicas también me hace ilusión". Si Ester lee esto, que sepa que es una broma, por supuesto. Las chicas en cuestión son B., la Chica Portada y la Prima Julia.
Tenemos una misión: convencer a Darío de que Emite Poqito puede tocar en el Búho Real. Para ello hemos dispuesto un arsenal impresionante: el sobrino de Pancho Varona, el mismísimo Dani Flaco -estrella de la canció catalana- y el sobrio Pablo Ager, cantautor de pedigrí y roscón, un tipo tan entrañable que dan ganas de abrazarlo todo el rato.
No va a ser fácil y lo sabemos, así que Pablo coge a Julia y le va explicando todas las alternativas que hay al Búho, porque quizás es verdad que empezar por el Búho es empezar muy arriba y aunque haya talento y haya valor tampoco es cuestión de sobrevalorarse. A mitad de concierto llega Víctor Alfaro y estoy pensando si meterlo en el grupo de presión, pero anda algo disperso, buscando compañeras. Como todos.
Ambiente familiar. Estamos todos. Incluso Álex Martínez, que sube a tocar "Corazonada", poco después de que suba el propio Pablo, afinando de paso la guitarra del Flaco. Está el jefe de Vicious y un enviado de Sony. Está Darío, por supuesto. Dani bromea todo el rato y le cuesta hacerse con el público porque aparte de estar todos los que somos, hay mucho más público, desconocido, justo la gente que a todos nos gusta ver en nuestros conciertos, presentaciones... con los que no contábamos.
Los chistes del Flaco no siempre son buenos, eso lo sabe él. Pero tablas tiene, el cabrón. Muchas. Bailamos y cantamos. A su ritmo. La prima Julia se queda tomando una coca cola en la barra, mientras la Chica Portada y B. -estudiantes fatigadas- se sientan y yo me quedo de pie, yendo de un lado para otro, saludando a Paco Bastante, que manda recuerdos, como siempre. Otro para la Noche Sabinera...
Cuando el concierto acaba, tomamos posiciones pero acabo precipitándome, ansioso como soy, y al grito de "Darío" acabo presentando a mi prima -"no soy tu prima, pero me parece un buen resumen"- y explicando lo bien que canta y Darío está amable, muy amable y Julia sonríe y eso está bien porque no siempre es tan fácil. No siempre va a ser tan fácil.
A veces pienso que nuestro trabajo es hacer feliz a la gente.
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