De Telemadrid se habla mucho en este blog. Basta con repasar entradas antiguas para encontrar denuncias de su sectarismo y su propensión a la caspa. Otra cosa es que decisiones como la del PSOE de no acudir a ninguno de sus programas me parezcan absurdas: el sectarismo se combate con ideas, propuestas y evidencias, no quedándose en casa...
La última no tiene que ver con la política sino con el don de la oportunidad de su fichaje estrella: Fernando Sánchez Dragó. Alguien va a pensar que tengo algo en contra de él cuando no es verdad. De hecho, su esfuerzo por hacer programas culturales en diversas televisiones me parece encomiable.
Otra cosa es que pueda presentar un programa de informativos y ser, por tanto, la imagen de la objetividad.
Si ese fuera su único problema, la cosa no estaría mal, pero es que además tiene un problema de incontinencia verbal que va más allá de la pantalla. Ayer, el diario "20 minutos" -la estrella de este blog, últimamente- publicaba una entrevista en la que decía que los madrileños "somos sucios, da pena viajar por el metro, y los inmigrantes son más sucios aún."
Ole, ole y ole. Con un par.
Para solucionarlo, no se le ocurre nada mejor que ponerse unas orejas de burro en antena, para darle prestigio a su programa y criticar a la SER. Ver foto.