La manifestación de hoy es inequivocamente política y agresiva. Innecesaria, si se tiene en cuenta que es la quinta representación de la misma pantomima. Por supuesto, los ciudadanos tienen derecho a protestar por las políticas de sus gobernantes, pero las asociaciones deberían saber marcar los tiempos de manera que la protesta no acabe siendo algo ritual y por lo tanto intrascendente.
Al menos, el lema y la actitud de los manifestantes lo deja claro: no es una manifestación contra ETA, es una manifestación contra la actitud del Gobierno en su lucha contra ETA. No van a engañar a nadie. Irán los que quieran gritar "Zapatero mamarracho" -otro eslogan posible- y punto.
Yo no estaré entre ellos. Creo que a estas alturas está claro que Zapatero no me merece ninguna confianza, pero mi desacuerdo lo prefiero encauzar de otra manera, no a base de insultos y tomar la calle. Una opinión como otra cualquiera.