Hay una cosa que diferencia la manifestación de hoy de la del 13 de enero. La sinceridad. Siento decirlo así porque sé que hubo miles de personas que acudieron a la otra manifestación con un honesto deseo de paz y concordia. Pero, ¿estaba ese deseo en los organizadores? Lo dudo. Creo que la frase "Zapatero no estás solo" podía haber sido el eslogan y nos hubiéramos quedado todos mucho más tranquilos.
La manifestación de hoy es inequivocamente política y agresiva. Innecesaria, si se tiene en cuenta que es la quinta representación de la misma pantomima. Por supuesto, los ciudadanos tienen derecho a protestar por las políticas de sus gobernantes, pero las asociaciones deberían saber marcar los tiempos de manera que la protesta no acabe siendo algo ritual y por lo tanto intrascendente.
Al menos, el lema y la actitud de los manifestantes lo deja claro: no es una manifestación contra ETA, es una manifestación contra la actitud del Gobierno en su lucha contra ETA. No van a engañar a nadie. Irán los que quieran gritar "Zapatero mamarracho" -otro eslogan posible- y punto.
Yo no estaré entre ellos. Creo que a estas alturas está claro que Zapatero no me merece ninguna confianza, pero mi desacuerdo lo prefiero encauzar de otra manera, no a base de insultos y tomar la calle. Una opinión como otra cualquiera.
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 6 horas