Este año no hay colchón. No hay 15 victorias consecutivas en Liga ni más de 10 puntos de ventaja sobre el segundo. Sea por las lesiones, sea porque los ciclos siempre se estancan y acaban, el Barcelona apenas le saca tres puntos al Sevilla, cinco al Real Madrid y siete al Valencia, tres de sus cuatro próximos rivales.
Coincide este momento clave de la temporada con la recuperación física de Eto´o y Messi y la mejora de Ronaldinho. Los grandes saben cuándo tienen que estar y si Ronaldinho es de verdad un grande lo tendrá que demostrar ahora y no sólo contra el Rácing. Del argentino y el camerunés no cabe esperar grandes cosas de momento, están recién salidos de lesiones graves y en el caso del delantero con la cabeza demasiado llena de pájaros reivindicativos.
Si, con todo, el Barça consigue enlazar una serie de cuatro victorias consecutivas -Valencia, Athletic, Sevilla y Real Madrid- se puede dar por campeón. Las ventajas aumentarían, como mínimo, a seis, ocho y diez puntos respectivamente. Probablemente, serían más. A esos cuatro partidos hay que sumarles los dos de Champions ante el Liverpool y el de Copa contra el Zaragoza.
Los de Rijkaard tienen por delante un mes de locura, siete partidos al máximo nivel, sin lesiones y sin excusas. Si lo ganan todo, pueden tener ante sí un año histórico. Un par de fallos les puede dejar al borde del fracaso absoluto. A partir de ahora, cada día cuenta.
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 5 horas