Me encantan esas entrevistas que no son entrevistas, que son charlas en las que las cosas van saliendo sin un hilo definido del que tirar. Comentarios de pasada entre picadillo con patatas paja y pollo crujiente que se convierten en preguntas. Respuestas que llevan a otras respuestas.
"Maike Lüdenbach, la película", bromeamos cuando escuchamos sus historias de niña alemana llegada a España, modelo en Milán con 14 años, aspirante a estrella teenager en Miami con 15, rebelde con 17, reconstruida, tranquilizada y reconfigurada con apenas 20, la edad a la que salió su segundo disco.
Ya no tiene miedo al fracaso y eso la hace muy peligrosa. El miedo es el peor aliado de un artista con talento. Es muy joven, eso está claro, y ese talento aún tiene que ajustarlo. De momento, tiene valor y curiosidad, mucha curiosidad. Eso son excelentes noticias. Al menos, para ella. Al menos, también, para Sandra, la eternamente entrañable chica de Vicious que contesta con entusiasmo a buena parte de las preguntas y que no se cansa de repetir dos cosas en las que estoy totalmente de acuerdo:
- La radio comercial es una mierda y ríanse del "payola".
- En España no se venden discos.
Pésimas noticias, por otro lado, para una pequeña compañía y una-todavía- pequeña artista. En breve, la versión completa en la revista Almiar.
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 6 horas