
Dentro del caso Oleguer, es decir, sus declaraciones en las que decía solidarizarse con De Juana Txaos y dudar del Estado de Derecho hay mucho de fútbol, esto es, de espectáculo y de marketing. Igual que el lateral derecho publicitaba Kelme en el pasado y lo mismo que Nestlé elige a George Clooney para publicitar sus marcas de café, algún periodista ha elegido a Oleguer para que dé la cara por unas ideas políticas que él/ellos suscriben.
En rigor, culpar a Oleguer de sus declaraciones es tan absurdo como culpar a George Clooney de que el café Nespresso sepa demasiado amargo.
Las responsabilidades, a quien correspondan. Es decir, a los suizos y a determinada prensa catalana, furibunda buscadora de héroes mediáticos que esponsoricen sus ideas.