Dentro del caso Oleguer, es decir, sus declaraciones en las que decía solidarizarse con De Juana Txaos y dudar del Estado de Derecho hay mucho de fútbol, esto es, de espectáculo y de marketing. Igual que el lateral derecho publicitaba Kelme en el pasado y lo mismo que Nestlé elige a George Clooney para publicitar sus marcas de café, algún periodista ha elegido a Oleguer para que dé la cara por unas ideas políticas que él/ellos suscriben.
En rigor, culpar a Oleguer de sus declaraciones es tan absurdo como culpar a George Clooney de que el café Nespresso sepa demasiado amargo.
Las responsabilidades, a quien correspondan. Es decir, a los suizos y a determinada prensa catalana, furibunda buscadora de héroes mediáticos que esponsoricen sus ideas.
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 6 horas