viernes, septiembre 04, 2009

Donde estás corazón


Llegas el lunes a trabajar. Puede que después de vacaciones o puede que no. Puede que lleves todo el verano pasando calor en Madrid y en cualquier caso llegues al 31 de agosto y tengas la clásica reunión para preparar los contenidos del programa del viernes.

Tú no eres más que el presentador, es decir, no decides contenidos. Eso lo hace el director o la directora con la ayuda de producción y tras las ingeniosas sugerencias de los redactores y redactoras. En rigor, no tienes opinión, solo imagen. Ahora bien, tu imagen es a su vez la imagen del programa. Tú serás el que modere los problemas, el que sonría, el que se emocione, el que cambie de tema, el que presente a sus invitados y el que les dé la importancia necesaria como para que el espectador crea que le merece la pena no seguir cambiando de canal y se quede ahí viendo tu programa.

El programa del director, el productor, los redactores...

Así que, ahí estás, y vas oyendo a la gente dar ideas. Por ejemplo, Kiko Matamoros podría hablar de los problemas con la justicia con su hermano, insultarle sarcásticamente, y de paso contarnos cómo su mujer le pone los cuernos. Para no hacerlo muy espeso, podríamos traer a la señora esa con unas tetas postizas enormes que rompe melones a golpe -literal- de pecho. Eso siempre entretiene a la gente y todo el mundo sabe que, a las diez y media, un viernes, todos los menores están acostados en la camita.

Luego seguimos con Kiko y después metemos un debate entre Mariñas y la Cantudo. ¿Qué ha hecho la Cantudo en los últimos veinte años?, te preguntas, y entonces te acuerdas de que hace un año tu programa -su programa- decidió montar un espectáculo y una serie de capítulos creando polémica por un supuesto escupitajo de la actriz después de decirle al periodista que ardería en el infierno.

Van a repasar cintas y a escribir guiones al respecto. ¿Podrán estar para el miércoles? Sí, claro, así se los van aprendiendo. Vale, antes de eso ponemos algo de humor. Humor fino. Los Morancos, por ejemplo. La gente se va a partir. Después, lo de la Cantudo y Mariñas. ¿Reconciliación? No, mejor no. Mejor, más bronca, porque así podremos tirar más programas con esa historia.

Muy bien, piensas. Esa va a ser tu imagen durante el viernes y la imagen que quedará durante toda la semana siguiente. Puedes coger e irte directamente y que contraten a otro, porque para ser barrendero vale prácticamente cualquiera, o seguir ahí, con tu sonrisa, como si la cosa no fuera contigo. Por encima del bien y del mal. Una cara bonita sin corazón ni cerebro ni cojones. Decides esto último.