martes, abril 07, 2009

Cultura y necrológicas

Que los periódicos no saben qué hacer con sus secciones de cultura es algo notorio. Está el prestigio, claro, pero falta el público, y ese público minoritario ya tiene sus suplementos del jueves o el viernes o el sábado... ¿Cómo iban a quejarse? ¿Qué más daría en cualquier caso?

El problema se hace más grave en Internet. Uno entra en un bar, en cualquier bar, y de cada 50 clientes, 15 son tontos, otros 10 son superficiales, 12 más tienen un cierto interés por la realidad que les rodea y de los otros 13 es posible que incluso 5 ó 6 lean normalmente libros y el resto, no sé, se dediquen a otro tipo de actividad cultural o científica.

Sin embargo, la mayoría de los redactores de Internet está convencido de que todos sus lectores son tontos.

Así que, ¿qué hacemos con la sección de cultura en Internet? Lo siguiente: de las seis noticias que encabezan la página en elmundo.es, las que yo puedo ver de un vistazo sin bajar la barrita dichosa, dos son obituarios (Chano Lobato y Mari Trini), otra anuncia un posible obituario (Farrah Fawcett en estado grave, hospitalizada) y otra recoge declaraciones de un cantante (Bob Dylan) sobre política. Las dos restantes, eso sí, hablan de libros.

Según vas bajando la cosa mejora: hay ocho noticias, cinco sobre exposiciones o conciertos, una retrospectiva sobre Arcade Fire, algo de Quico Alsedo, que vaya usted a saber y para el final dejan la guinda con un artículo demencial sobre el "supuesto" suicidio de Kurt Cobain, finiquitado hace ya 15 años, pero que según el redactor en cuestión sigue dejando muchas dudas y hay demasiados indicios que apuntan a que Courtney Love le mató, o mandó matarlo, se entiende.

Lo dice y se queda tan ancho. Sin conspiración no hay artículo, debió de suponer.

El orden lo dice todo: en la sección de cultura, las noticias de cultura -reseñas, información, exposiciones, retrospectivas...- quedan para el que baja la barrita. El que sólo quiere ver qué pasa se encuentra con lo mismo que en política, sociedad, internacional, deporte... es decir, muerte y morbo. El periodismo digital tiene muchas preguntas que hacerse, creo.