lunes, diciembre 01, 2008

La breve historia de Repite Mojito (II)

Tras la salida y el éxito del disco, Repite Mojito empezó su gira de verano por toda España y parte de Latinoamérica, bajo el nombre de "Mucho más que cinco". Según comenta Vázquez en la biografía del grupo: "La idea era llamarla Mucho más que cuatro pero era demasiado obvio y a la discográfica no le gustó". Eran tiempos de juerga, drogas y chicas. A veces, iban tan pasados que eran incapaces de dar un solo acorde, así que ellos salían, movían la boca y las manos y detrás de un telón, Vetusta Morla tocaban sus canciones.

"Para algunos fueron tiempos extraños", asegura Ortiz, "pero yo no recuerdo que el resto de mi vida hubiera sido otra cosa que un frenético desfilar de mujeres y alucinógenos, así que no noté demasiada diferencia. A quien más le afectó fue a Jorge". Efectivamente, Jorge Marazu, joven e impresionable, empezó a perder aún más la cabeza y a menudo le encontraban contando delirantes anécdotas como que él había sido portero del Real Ávila y había jugado en el Carlos Tartiere.

La cosa no fue a mejor y en medio de la gira se plantó ante sus tres compañeros -Carmen Simón había salido a por tabaco- y les dijo: "El Señor ha bajado y me ha hablado, dice que debo abrir un Lady Pepa en cada ciudad de este país". El resto del grupo intentó disuadirle, explicándole que le sería mucho más rentable abrir una papelería en Malasaña, que bares ya había muchos, pero sitios donde comprar un bolígrafo, uno o ninguno. Sin embargo, Marazu había tomado su decisión y abandonó la gira a la mitad.

Como no había tiempo para buscar un nuevo batería, se decidió que Carlos Jean hiciera los ruidos con la boca, y lo cierto es que nadie notó la diferencia.

La "Mojito-manía" invadió todo el país y muchos quisieron apuntarse al carro de la fama. Una cantautora llamada Julia Molano les denunció por plagio, argumentando que tanto el nombre del grupo como partes de sus canciones habían sido idea original suya. Así lo explica Ager: "Julia era una demente. No, su novio era un demente, perdón. Y buena parte de su familia. Desde pequeños. Estaban orgullosos de ello, decían "un demente se empalma fácilmente", y se quedaban tan anchos. Es cierto que coincidimos en algún concierto, estaba todo el rato detrás de mí. Incluso creo recordar que le dedicó una canción a Guille Ortiz. Estaba enamorada de él. O de su hermano. De uno de los dos, casi seguro. Fue una historia algo turbia".

La demanda acabó en nada, pero el ambiente en torno al Mojito se vio seriamente dañado. Con Carmen Simón en una relación sentimental obsesiva, Pablo Ager pensando en una carrera paralela en solitario, Álvaro Vázquez leyéndose "En busca del tiempo perdido" y Guillermo Ortiz a dieta, la baja de Jorge Marazu se demostró decisiva a la hora de afrontar la grabación del segundo disco del grupo, "Hoy no me puedo encebollar".