jueves, enero 03, 2008

No eres canalla, eres profesional

Me pregunto qué querría decir Julia con esa frase. Me pregunto si Julia se habrá dado cuenta. Efectivamente, la mayoría de los canallas somos profesionales, una especie de juego de artificio. Hache dijo ayer: "Quieres parecer arrogante" y yo contesté "¿Crees que soy arrogante?" y ella dijo "No, pero quieres parecer arrogante". Profesional. Un canalla con letras minúsculas, como todos los que hemos oído demasiadas canciones o hemos leído demasiados libros.

Y, por supuesto, dentro de los profesionales, dentro del gremio, los hay mejores y peores, con más estilo y con menos, más creíbles y menos creíbles. Yo no sé dónde encajo. En eso consiste, supongo. Sólo que a veces -y volvemos a "Mantra"- me reconozco en pequeños detalles que veo que se repiten y que tienen que ver, quién sabe si con la arrogancia o con la profesionalidad:

"A ver si lo entiendes de una buena vez por todas: mi familia mexicana fue abducida por una telenovela mexicana. No hay retorno posible de allí", me dijiste, María-Marie.

"Por suerte, yo soy inmune", dije.

"No, te equivocas... Tú eres el más fácil de abducir de todos. Tú eres el personaje ese que llega de afuera a una telenovela que empezó hace mucho y que, apenas lo ves entrar, te dices: "Uy, pobrecito, mi angelito"", me dijiste.

Tenías razón. Toda la razón que alguien puede llegar a tener.

Pobrecito, mi angelito. Pues sí, puede ser. La mayoría somos canallas de palo, profesionales de la arrogancia. Pero basta con rascar un poco con la uña, así, un poco, y la inmunidad se va a tomar por culo...