Con mar de fondo o sin mar de fondo, somos completamente entrañables, con nuestros blogs, nuestros comments, nuestros emails, nuestra ilusión de adolescentes, nuestra sensación de continua inferioridad, de admiración profunda hacia los demás, nuestro sentimiento de pertenencia, nuestros whiskies con Coca-Cola, nuestros invitados especiales, nuestras patatas, nuestra zona de fumadores, nuestros deja-vus, nuestras teterías, nuestra ansiedad, nuestra espera, nuestro talento, nuestro valor, nuestros pantalones por las rodillas...
Lo dicho, completamente entrañables. Y este miércoles, invitado especial: el Maestro Sarif.