Es difícil saber cuándo un equipo toca fondo. Sobre todo un equipo ciclotímico como el Estudiantes. Pudo fijarse ese momento en el triple de Marco que puso al equipo 17 abajo en el tercer cuarto, en casa, contra el colista… pero acabó ganando el partido. Igual de ridículo es perder por 27 puntos de diferencia en casa del Menorca… pero volvió a haber remontada.
Los dos milagros -viendo jugar al equipo no se pueden entender de otra manera- sacaron al Estudiantes de los puestos de descenso y sirvieron para insuflar algo de ánimos al club y sus seguidores. Tanto, que algún periódico afín a la causa se atrevió a señalar que lo importante ante el Murcia no era ganar, sino remontarles el average.
Así que lo dejamos ahí: en el sábado a las 19,00 en el Telefonica Arena. El Murcia es el rival. No ha ganado ni un solo partido fuera de casa. Apenas lleva dos victorias más que el Estudiantes en toda la competición. A los dos minutos, una de sus estrellas, Chris Thomas, se sienta en el banquillo por problemas con las faltas personales. Al descanso, su otra estrella, Juanjo Triguero siente molestias en la rodilla y prefieren no forzarle.
¿Se puede dar más facilidades? Sí, claro: aparte de Jimmie Hunter, el Murcia fue un desastre. Un equipo perdido, deslabazado, incapaz de meter un tiro… desconcentrado, ausente… Cualquiera pensaría que el partido iba a ser un paseo para el renacido Estudiantes. Ni mucho menos. Perdieron por nueve puntos de diferencia. ¿Cómo hay que jugar para perder por nueve ante un equipo que no ha ganado un partido fuera de casa en todo el año y que no cuenta con sus dos estrellas? Pues imagínenselo: así jugó el Estudiantes.
El partido fue tan, tan malo, que lo decidió Pedro Robles con un triple a tabla. Entre ambos equipos sumaron 119 puntos y porque al final el Murcia metió los tiros libres de la desesperación.
Es muy complicado decir que el Estudiantes no va a descender. Hace un mes, más o menos, ya lo dije: ha elegido el camino más difícil para salvarse. Sus fichajes han sido patéticos: empezando por un entrenador que no aporta nada bueno al equipo. No es que sea el culpable de la situación, pero desde luego no la alivia en absoluto. Grita mucho, se enfada mucho, seguro que está agobiadísimo por lo que está pasando, pero, sobre todo en ataque, es un incapaz.
Lo de Morandais es cómico, simplemente. No veo en qué mejora a Urtasun. No como tirador, desde luego. Y, luego, Potapenko… bueno, yo sí creo que Potapenko ayudó al principio a tener una referencia interior y permitir a Pietrus y Lewis jugar más cómodos. Pero no basta. Es muy lento, tiene las manos muy blandas, es incapaz de anotar y rebotear y lo único que hace es estorbar. A veces a los rivales, a veces a sus compañeros.
Diagnóstico: complicado. Si alguien me dice dos equipos peores que el Estudiantes, puede haber salvación. Ahora mismo, creo que no los hay. Y no aparecen en el horizonte.