Steve Buscemi representa al perdedor por excelencia. Un perdedor sórdido, feo, ambiguo, un raro atractivo. "Interview" retoma la cuestión de los límites del periodismo que ya se veían en "Delirious", la magnífica película de Tom Di Cillo, en una adaptación de la película del fallecido Theo Van Gogh.
Y es que "Interview" es exactamente eso: una entrevista. Una conversación. Un plano y contraplano constante entre Buscemi y la espléndida Sienna Miller. Una entrevista en la que no se sabe quién está siendo sincero y quién no, quién es el gato y quién es el ratón, quién juega mejor su papel, quién es pájaro y quién alpiste, los dos personajes encerrados en lo alto de un edificio de varias plantas, en un barrio húmedo, frío, oscuro de una ciudad cualquiera de Estados Unidos.
Por supuesto, al igual que "Delirious" es una película sobre la fama. O más bien sobre la frivolidad. El juego de espejos entre el reportero experto en política internacional y la actriz de películas de serie B y pechos operados. La fascinación que la frivolidad -la belleza- causa en los hombres curtidos. La facilidad de los hombres, en general, para dejarse llevar.
La película es arriesgada. Afortunadamente, es corta. Digo "afortunadamente" porque hubiera sido complicado mantener la tensión más tiempo. En realidad, prácticamente, es una obra de teatro con un solo escenario y dos personajes, que pasan de la caricatura a la complejidad según las necesidades de la trama. Buscemi es un derrotado, Miller es una ganadora. Pero ambos ofrecen matices: Miller se siente sola. Buscemi piensa que se siente sola. Buscemi juega a pensar que Miller se siente sola. Tú juegas a quererme, yo juego a que te creas que te quiero.
Buscemi es un perdedor. Está en el ocaso de su carrera. Es un tipo desagradable y raro. Pero, ya lo hemos dicho antes, es un raro atractivo. Es un raro que encandila a la chica, que muerde el anzuelo mientras a su vez tira la red. A veces, "Interview" es un documental de pesca submarina, y no siempre el pez grande se come al pequeño.
Pero, sobre todo, es una película sobre la miserabilidad y el esperpento de la sociedad de consumo. En el lado de la oferta y en el de la demanda. Famosos y periodistas. Sus juegos y sus miserias. Mucha miseria. La aparente y la escondida. En contra de Buscemi se puede decir que el final está mal resuelto, pero la vida está llena de finales mal resueltos. También se puede decir que la situación resulta algo increíble -tanto en la complicidad como en la exageración- pero, vamos, es cine, o teatro, como quieran, pongamos algo de nuestra parte.
"Interview" deja un sabor de boca agrio porque es una película agria, que no pretende hacer concesiones al espectador. Ni un gramo de azúcar. Una buena película, en definitiva. Un prodigioso actor, de los que crean escuela. Un jardín de senderos que se bifurcan.