lunes, enero 28, 2008

Djokovic y el ejemplo Sharapova


Yo, de mayor, quiero ser Maria Sharapova. Quiero ser guapa, alta, delgada pero con curvas, quiero posar en mil fotografías, quiero ganar millones de dólares en publicidad... y, además, quiero ser una estrella en mi profesión, quiero trabajar duro para conseguir lo que me merezco y renacer de mis cenizas cuando todos murmuraban: "Otra pobre niña rica".

Porque lo que ha hecho Sharapova -ganar el Open de Australia sin perder un solo set- es remarcable. Tiene 20 años, sólo, y ya es el tercer Grand Slam que gana en su carrera. Además, tres torneos diferentes, que tiene más mérito. Justo después de una temporada para olvidar, aunque acabara con la final del Masters en Madrid.

Una manera de verlo es que, si se centrara, Sharapova sería imbatible. Si dejara de lado las fotos, los anuncios y las pasarelas, sería una fiera indomable. Otra manera de verlo es que es una adolescente casi que necesita pasárselo bien, como todos, pero que eso no le impide entrenar, concentrarse, mejorar su juego en invierno mientras sus rivales descansan...

En mi opinión, Sharapova es un ejemplo de tenacidad. Recuerden a Kournikova...

Y ya que estamos, un breve comentario sobre el tenis masculino: efectivamente, Novak Djokovic ganó. No fue ninguna sorpresa, de hecho ya comenté aquí que era el favorito. A su favor está la edad -20 años, también- y una consistencia infinita: lo hace todo bien. En contra, está la tendencia de los deportistas balcánicos a irse por las ramas en los deportes individuales. Es un tipo simpático, rico, triunfador...

Si Djokovic sigue el ejemplo Sharapova, tenemos a un serio rival para Federer. Más serio que Nadal, porque compiten en el mismo escenario: Australia, Londres, Nueva York... Tengo la sensación de que la época de dominio de Roger ha pasado. Eso no quiere decir que no vaya a seguir siendo el mejor, sino que no va a ser aplastantemente el mejor. Lleva cinco años siéndolo y eso es demasiado para cualquiera que no se llame Tiger Woods o Michael Jordan.

Por otro lado, creo, también, que si hubiera preparado con un poco más de ganas el Open de Australia y no se hubiera puesto malo la semana anterior, Federer hubiera ganado. Pero... le empiezan a pasar las cosas que antes no le pasaban nunca. Es sólo un aviso. Por supuesto, ganará 14 Grand Slams y pasará a Pete Sampras. Pero si quiere ser el número uno más tiempo tendrá que luchar de verdad por ello.

Interesante.