"Somos carne con ojos", dijo Sofía el pasado sábado en el Colonial, para explicar sus múltiples castings, entrevistas, promociones. Tenemos que demostrar lo buenos que somos, nuestro talento, lo que nos diferencia de los demás... y aunque estemos agotados tenemos que hacerlo con una sonrisa.
No siempre es posible.
Llama Panchito para confirmar: hice bien en no ir ayer a la Feria del Libro, todos -desde Joaquín hasta Ángel González- estaban hasta arriba de trabajo y era imposible hablar con ellos. Siento un alivio tremendo, por un momento me llegó a parecer que mi ausencia era una especie de traición a mi labor comercial.
Qué solemne estupidez, hasta qué punto ridículo me he convertido en mi propia agencia de publicidad. Se suponía que era un escritor, ¿no? Claro que quiero pertenecer, pero no por aparecer en muchos sitios sino por escribir muchas cosas buenas. A veces se me olvida y acabo siendo un pequeño presuntuoso.
Dosificación de los encuentros y las relaciones públicas: Esta tarde tengo una reunión improbable con el crítico de una revista musical.
Aún no sé bien para qué pero me gustan las reuniones improbables.
La fiesta del aguafiestas
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[La Brújula (Opiniones ultramontanas), 3:05]
Buenas noches. Mi aguafiestismo profesional me obliga hoy a la tarea,
ciertamente desagradable, de arremete...
Hace 6 horas