Invitar a la Chica Abril a una fiesta-concierto. Las fiestas-concierto son imprevisibles: las hay estilo Sidonie y las hay estilo Marlango y quedaba por saber cómo sería una estilo Koala. Lo que yo pienso sobre el Koala, en fin, pues ya quedó dicho, pero aún así, curiosidad, siempre curiosidad, y vuelta a la sala Pachá, después de diez años más o menos.
Promesa de hacer algo de petardeo, pero promesa incumplida: nada más llegar nos sentamos en un sofá y me niego a levantarme. Sólo andan por ahí los Gomaespuma, así a primera vista, claro que la primera vista de un miope merece todo tipo de reservas. Saludos a Jose, el chico de Universal, un verdadero encanto. Creo que sabe que tengo mucho morro: me apunto a sus fiestas, pero no saco nada de sus artistas, excepto de Nena Daconte, claro, que no sé si compensa por todos los demás.
Espera interminable. Nada de copas gratis. A veces, en estos eventos, caen copas o cervecillas, y el tiempo pasa más rápido, pero no el miércoles. El miércoles sólo conversaciones sobre cine en el siglo XX, novelas de Steinbeck y recuerdos nostálgicos de dónde nos tocaban el culo las chicas. Repertorio variado.
Dudas razonables: "El Koala" no existe. Es un holograma. Un producto de inteligencia artificial -¿inteligencia?- cuidadosamente diseñado. Las nueve se convierten en las diez y siguen echando vídeos en una pantalla gigante: Pussycat Dolls, Nena Daconte... habituales de este blog, en cualquier caso.
Hasta que, entonces ya sí, Juan Luis Cano y Guillermo Fesser y su discurso interrumpido y ese sentido del humor que sigue sin tener igual desde hace 25 años y lo que nos temíamos: risotadas capitalinas ante el rústico Koala, que, efectivamente, existe, y parece un tipo realmente adorable, la verdad, y le hacen fotos con su disco de oro y está completamente encantado y ajeno a esa especie de interés antropológico que despierta, mucho más allá de su repertorio musical y canta un par de canciones antes de que nos vayamos y aunque las dos parecen "Opá", no lo son, y por lo que me parece entreoír, los hay, incluso, que se saben la letra.
Fascinante.
“Yo ya dije que esto era una estupidez que no servía para nada”, dice un
hombre tras ver en todos los diarios e informativos del planeta que Israel
ha interceptado la flotilla humanitaria
-
“Pérdida de tiempo monumental. Mira, mira, llevan hablando de esto en todas
partes desde hace casi doce horas”. Con estas palabras ha definido Ramón
M., un...
Hace 1 hora