jueves, diciembre 31, 2009

Yo sobreviví a 2009


Pensé que este año había sido especialmente movido hasta que releí el resumen de 2008. Ahora, no sé qué pensar, la verdad. Supongo que la conclusión es que llevo al menos tres años viviendo exageradamente deprisa y que mi cuerpo se queje no debería resultar ninguna sorpresa. Y se queja, vaya sí se queja. Me deja acabar novelas -o hacerme la ilusión de que las acabo- pero se queja. Pronto nos llevaremos mejor.

Al lío.

En 2009, empecé diversos trabajos, o más bien los recomencé. En San Fernando de Henares y en Notodo.com, fueron unos primeros meses de conciertos y presentaciones: Rafa Pons, Álex Martínez, Lantana, Emite Poqito, María Blanco... Cuando éramos reyes. Leí relatos en el café Moliere, cortesía de la asociación Acubo y terminé por fin "La crisis", un título que pretendía ser original, incluso premonitorio y que en pocos meses se ha quedado anticuado. Por cierto, el libro está aún sin publicar. Si es usted editor, todavía está a tiempo, amigo.

Pasé mucho frío en Salamanca, que es algo previsible si uno va a Salamanca y mucho calor en el Búho Real descubriendo a Patricio -hay cosas que parece increíble que queden a solo diez meses de distancia-. En general, las noches del Búho Real, que venían a sustituir de alguna manera a las de la Ronería, incluso a las del Honkey, dejaron muchas sorpresas muy positivas.

En 2009 hubo elecciones otra vez. Vascas , gallegas y europeas. Obviamente, también hubo seguimiento minucioso, incluso obsesivo. Como cada año, me fui al Festival de Medina del Campo, esta vez a lo grande: diez días seguidos y con proyecto de cortometraje bajo el brazo. No fue el único festival, claro. Al mes, me fui a Málaga, a intentar competir en alaridos con Hugo Silva y Mario Casas, resbalando por una ciudad mojada, cambiando de hoteles cada dos días y conociendo a Irene de Lucas, una excelsa cortometrajista.

En Málaga, conocí a Tali y a César de Freek! Eso abrió otra vía de colaboración que empezó con Zahara. La colisión con Zahara era inevitable y se produjo en 2009, justo cuando yo empezaba a trabajar en otra ciudad y les hablaba a mis alumnos de "the swine flu". ¿Se acuerdan de la gripe porcina? Iba a acabar con el mundo. El mundo y su ilusión desbordante por destruirse. Sencillamente, no fue posible.

Sigamos: en 2009, vi al mejor equipo de fútbol de mi vida y por lo tanto los mejores partidos. En Liga, en Copa, en Champions y así sucesivamente. No sólo eso: Federer ganó Roland Garros y España ganó el Eurobasket. ¿Quieren algo más? Un español ganó la NBA con los Lakers y Contador ganó el Tour. Ver para creer.

En junio, justo durante un concierto de Pablo Ager y en un claro intento de robarle protagonismo y acabar así con el pique que mantenían desde hace años, Michael Jackson murió. De hecho, la gente no ha dejado de morir en todo el año, acabando por Iván Zulueta y dejando en medio a muchísima gente, incluídos Antonio Vega, Andrés Montes , López Vázquez o el mismísimo Pirulo. En demasiadas ocasiones, me he sentido un escritor de obituarios, como Jude Law en "Closer".

Aroa presentó libro. Un libro precioso. Tan precioso que nos animó a presentar nosotros mismos el nuestro. "Nosotros" somos los chicos del taller y sé que no es un buen año para hablar de la gente del taller porque les tengo muy abandonados, pero quiero pensar que algún día volveré, al 100 por 100 y les recompensaré por todo este tiempo de espera. Tampoco es que estuviera sin hacer nada. Ya antes de verano andaba con "La estética del francotirador", mi primera novela, y a día 31 estoy trabajando en el penúltimo capítulo, así que al menos ha merecido la pena.

A partir de aquí, la cosa enloqueció por diversas razones: físicas y de agenda. Normalmente, en vacaciones se descansa. Bien, yo empecé las vacaciones en el Hotel Lichis, las seguí en Benicassim, las continué rodando un cortometraje en dos días y acabé pasando un mes entero en EEUU, de punta a punta. Para los interesados les recuerdo que pueden descargarse el diario de viaje en mi página web.

Cuando volví mi piso se estaba inundando, pero no recuerdo que haya enlace de eso.

Al día siguiente de acabar todo eso, tuve que volver a empezar. En Ciudad Lineal aún. Luego en Rivas Vaciamadrid, finalmente en Torrejón, donde se supone que sigo a falta de confirmación oficial. No fue fácil, claro. Nada fácil. No era el mejor momento para empezar nada, pero aun así empezamos y aguantamos todo lo que pudimos. Se acabaron los conciertos, con contadas excepciones, pero es que Mai Meneses es mucha Mai Meneses.

En 2009, visité San Sebastián muchas veces. Para ver películas y para ver terapeutas (revisen todos los enlaces anteriores y díganme si ustedes no necesitarían también un terapeuta). Siguiendo mis instintos suicidas, acepté ser miembro de un comité de selección de cortometrajes en vídeo, lo que supuso unos 250 visionados, pero tuvo el premio en forma de viaje a Almería, charlas con Óscar y con Burque, mañanas pasadas al sol ante un mar agresivo.

El ángel valenciano volvió, otro par de días, y se volvió a ir. Yo escribí algo sobre chicas fantasmas en algún otro lado. Luego entrevisté a Rodrigo Fresán, que era un poco como entrevistarla a ella. Claro que a ella ya la había entrevistado antes.

Hice más cosas raras, muy en mi estilo: cené junto a Rodrigo Rato, aunque eso no fue solo mérito mío sino de Ana Boyero, empecé a escribirle cartas esféricas al mejor periodista que conozco, José María Albert de Paco, y rendí un sentido homenaje a José Sazatornil, "Saza", antes de que fuera demasiado tarde. Además, me operé o algo parecido y la única conclusión que sacaron era que tenía que volver a operarme y entonces ya sí que podría hacer todo eso de ahí arriba y además disfrutarlo.

En 2009 llegué a demasiadas ciudades y demasiado solo. Si algo tuviera que cambiar de 2009 sería la soledad, pero eso no es algo que dependa de uno mismo, por definición. Por mucho que uno se empeñe en cerrar bares decadentes. En 2010 el objetivo sería descansar y no tener material ninguno que mostrarles dentro de un año. Esa sería una excelente noticia.

Pero en 2010 voy a publicar novela y estrenar corto y quién sabe qué pasará con el libro de relatos, así que no tiene pinta de que eso vaya a ser posible. De momento, disfruten de las horas que quedan de 2009 y entren lo mejor que puedan en el siguiente año. Yo, de momento, me he rodeado de la mejor compañía. Feliz Año.