viernes, junio 26, 2009

La muerte de Michael Jackson


En estos tres años he tenido que hablar de la muerte de muchas personas. Es normal. Con la globalización de los medios de comunicación, el número de personas famosas se ha multiplicado por mil y de la misma manera el número de personas famosas que mueren.

Honestamente, esto me supera un poco. Michael Jackson. Decir Michael Jackson para un chico que nació en 1977 es decir mucho. Es un personaje que me supera por completo. Michael Jackson, cuando yo era un niño, era lo más cercano a dios que había. Suena exagerado pero era así. Ni siquiera Madonna era Michael Jackson.

Supongo que la única equivalencia moderna en el mundo del espectáculo es la muerte de Elvis Presley, por lo que parece, en condiciones semejantes: infancia difícil, juventud esplendorosa, triunfo global, excentricidades, decadencia patética y muerte inesperada.

Michael Jackson fue algo más que el rey del pop. Fue el pop, igual que Luis XIV fue el Estado. Sólo puedo hablar de mis recuerdos. Sé que suena tópico, pero no me queda más remedio. Analizar todo lo que supuso a nivel mundial, ya lo he dicho, me excede. Mis recuerdos de Michael Jackson, bien... empecemos por un Tocata o algo así con una serie de invitados esperando el estreno mundial del video-clip "Bad". No, empecemos por "Thriller". A mí me sonaban los Jackson Five, pero como algo muy lejano. Yo me enganché por el video-clip de los zombies y no supe realmente nada de su música hasta que sacó su tercer disco en 1986.

Vi aquel vídeo de "Bad", bailé "The way you make me feel" y el resto de singles de aquel disco que para mí era la leche: "Liberian girl", "Smooth criminal", "Man in the mirror"... Eran los tiempos de los 40 Principales para mí, compréndanme. Fui a verle al Calderón cuando tenía sólo 11 años y contábamos las veces que se llevaba la mano a la entrepierna.

Incluso compré el "Dangerous" en 1991, con aquella pollada del "Black and white" y ese rollo "salvemos a las focas" que le entró. Luego me hice grunge y él se hizo un tipo muy raro y nuestros caminos se separaron.

Pero, joder, era Michael Jackson. Incluso con la nariz esa, con la piel semi-leprosa, con el paraguas, con las acusaciones de pedofilia... incluso con los discos espantosos, cada uno peor que el otro, los grandes éxitos, los reportajes burlones, la mofa mundial del antiguo ídolo... con todo eso, era Michael Jackson.

Como dijo Ignatius Farray en "La Hora Chanante", un hombre que compuso "Billy Jean" no puede ser culpable. Triste, sí. Probablemente, la persona más triste que jamás construyó un parque de atracciones.