miércoles, diciembre 23, 2009

Mi legado en Torrejón



El asunto no es volver a la adolescencia, eso está muy trillado. Cuantos más años, más ganas de volver a la infancia. Fiesta de fin de curso en la Escuela Oficial de Idiomas de Torrejón con panchitos, patatas, tortilla, gusanitos, música de Navidad, concursos literarios, gastronómicos... y combate a muerte entre departamentos en la competición de villancicos.

A alguien todo esto le puede parecer trivial y yo le entenderé, pero esperen que les ponga en antecedentes: inglés era un departamento vencido, arrasado, que venía de un tercer puesto indigno el año anterior (en Torrejón hay tres idiomas, sólo) y con un gran handicap: muchos profesores, muchos alumnos, difícil compenetración musical.

Sin embargo, ayer todos fuimos uno sobre la tarima del Salón de Actos. Sylvie escogió la canción; Pablo, María José y yo dirigimos los ensayos; Yolanda y Mai pusieron su entonación al servicio del grupo y para rematar Yoni, un alumno mío de Intermedio 1 (NI1, en la jerga) se trajo la guitarra y nos echó una mano rítmica importante. El resultado fue inmejorable. Una masacre en toda regla. Triunfo absoluto.

Ese será mi legado en Torrejón, ahora que parece claro que no volveré después de Navidades o que volveré a poco más que firmar mi cese: llevar a inglés a lo más alto del concurso de villancicos. Lo explicaré en mis Oposiciones: "Yo, fonética, poca, pero villancicos..." y pasaré una fotocopia de "Rudolph, the red-nosed reindeer" a todos los miembros del tribunal.

Por lo demás, las clásicas angustias: ¿Cuál será el siguiente destino? ¿Qué compañeros, alumnos, niveles, directores...? Torrejón ha sido una experiencia maravillosa en muchos aspectos. En general, casi todas las experiencias vienen siendo maravillosas y ya van seis. Todo eso después de las vacaciones, es decir -perdonen el exhibicionismo- a partir del 11 de enero. Antes, viajes a Barcelona y San Sebastián, cuatro capítulos para acabar una novela y los clásicos compromisos familiares.

Nada que les resulte extraño a ninguno de ustedes.

Pásenlo lo mejor que puedan.