Estuve viendo de nuevo "Inside Job", el desarrollo de la crisis crediticia en Estados Unidos en 2008. No hay nada ahí que nos sea ajeno: construcción a mansalva, créditos a cualquiera, vivienda por las nubes, sueldos estancados, principio de desempleo que lleva a no poder pagar esos créditos, gente en la calle, bancos sin efectivo y planes de inversión y de pensiones que pierden su valor porque dependían de que esa gente sin empleo pagara su casa y devolviera el dinero al banco. Aseguradoras en quiebra, bancos de inversión en quiebra, ciudadanos en tiendas de campaña... Miles de millones de dólares que funcionaron por el mercado sin existir realmente, sin que nadie los hubiera pagado en ningún momento. Todo una cuestión de fe.
Después leí sobre la inminente burbuja tecnológica: ya hubo una burbuja tecnológica a finales de los 90 y los que compraron Terra a 150 pesetas la acción y tuvieron que vender a la semana a 25 pesetas la acción seguro que lo recuerdan. El caso es que ahora la valoración de determinadas páginas y aplicaciones de Internet -Facebook, Twitter, Linkedin, Spotify...- se calcula que es incluso 30 veces mayor que sus ingresos reales. Es decir, se está pagando un pastón enorme por algo que no genera ese dinero y por lo tanto en cualquier momento puede entrar en bancarrota. El optimismo de Adam Smith.
Me preguntaba, como aficionado, qué pasaría con el fútbol. De entrada, parece que los operadores quieren subir los precios y los clubes quieren acabar con los partidos en abierto. Mediapro y Sogecable venderían los partidos en PPV por más dinero y procurarían echar en plataformas de pago como Gol TV o Canal Plus Liga menos partidos de los que ya se retransmiten. Recordemos que estas plataformas son de pago porque se suscribe uno mensualmente pero no cobran por cada partido en concreto. El PPV, sí.
Toda la pirámide económica del fútbol se basa en el dinero que pagan las televisiones. Desde que Sky Sports entrara a saco en el fútbol inglés esto ha sido un no parar y los precios se han ido por las nubes. El hecho de que no haya una negociación colectiva de los derechos, además, hace que Real Madrid y Barcelona ganen unas cinco veces más que el siguiente en la lista que, si no me equivoco, es el Atlético de Madrid. Se vive muy bien con ese dinero. Al Madrid le sirve para gastarse cientos de millones al año en fichajes y al Barcelona para gastarse cientos de millones al año en sueldos.
El problema es que todo ese dinero está prestado por bancos. Sí, el avalista es Florentino Pérez o Sandro Rosell o las directivas, lo que quieran... pero es un dinero que han cobrado y no saben si podrán devolver. ¿Por qué piensan que sí van a poder devolverlo? Por los contratos con las televisiones, obvio.
Solo que las dos compañías, Sogecable y Mediapro, tienen unas pérdidas millonarias y están despidiendo gente a mansalva o se están preparando para ello. El propio Vasile lo comentó el otro día: "Si Veo TV está en bancarrota, ¿cuánto tardará La Sexta en estarlo?" Como respuesta, ya digo, se suben los precios. ¿A quién se suben los precios? Al consumidor. Pero el consumidor, como el que en su día recibió un crédito, ahora está en desempleo o con un contrato basura y no tiene dinero para pagar esa subida. Si el consumidor no paga estamos en Inside Job: devuelve el descodificador a la empresa, la empresa no recibe liquidez, no puede pagar a los clubes y los clubes no pueden pagar a los bancos y los bancos a pedir rescate.
No soy un experto en economía y no manejo todos los datos, pero hay algo en todo esto que no me resulta un disparate y que espero que le sirva a alguien para avanzar en la teoría y confirmarla o desmentirla: ¿Cómo es posible que en un contexto de recesión mundial, los presupuestos de Real Madrid y Barcelona se hayan disparado aún más en los últimos tres años? Si llegara un momento en el que la televisión no pudiera pagar, la burbuja del fútbol explotaría. A lo grande. Y desde luego el Gobierno no va a estar ahí para rescatar a nadie porque ya está rescatando bancos y cajas y da la sensación de que en cualquier momento la Unión Europea le va rescatar a él.
Hay millones y millones de euros a largo plazo que no se han pagado en traspasos y sueldos. ¿Qué pasará cuando la caja del Real Madrid esté vacía y deba aún los plazos de los fichajes de Kaká y Cristiano? ¿Qué pasará cuando el Barcelona esté más aún en números rojos y Alves vaya a cobrar su multimillonaria renovación? Si esto le pasa a los grandes, que al fin y al cabo, son clubes, tienen avalistas poderosos, y al menos no tendrían que desaparecer porque la deuda con los bancos se supone que la pueden cubrir los directivos -solo que, ay, buena parte de los directivos son... constructores-, ¿qué no les pasará a las pequeñas sociedades anónimas?
Nada pasa hasta que pasa. Si alguien puede dar más información a este respecto, tiene los comentarios para hacerlo. Mientras, tómese este post como una reflexión en voz alta y nunca como un tratado de economía que excede a mis posibilidades.
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