Escribo muy rápido. Podría llamarlo talento pero en realidad es vagancia o ganas de vomitar sin más. Uno no se dedica a marear la perdiz cuando necesita expulsar algo de dentro y, se queda tan a gusto después, que para qué andar con revisiones e historias. Sin embargo, me encuentro ante el segundo artículo para Jot Down y resulta que me paro a revisar cada frase y busco un ritmo sosegado pero a la vez atractivo y me veo en la obligación de resultar divertido, original y cínico.
Por supuesto, la parálisis tiene mucho que ver con el talento de mis compañeros: nadie escribe una columna al lado de la de Manuel Jabois y se siente seguro. Es como ser el amigo del chico guapo y simpático, no sabes qué demonios tienes que hacer para estar a la altura. "Sé tú mismo". ¿Vale? Pero, ¿quién soy yo mismo, alguien me lo podría explicar?
JotDown y
Proyecto Panenka son dos iniciativas necesarias para regenerar el periodismo y especialmente el periodismo digital. En pocos días han entrevistado al propio Arcadi Espada, a Ramón Besa, a Cristina Teva o a Luna Miguel. Me gusta muchísimo ese enfoque tan multidisciplinar. Me encanta el entusiasmo de su equipo directivo, siempre riguroso y dejando un hueco al talento.
Y que nadie busque polémicas absurdas, a mí mismo me hubiera gustado entrevistar a Arcadi Espada. Siempre le consideraré como uno de mis maestros por muchas discusiones que podamos tener. Para mí, Arcadi siempre será un ejemplo de rigurosidad y capacidad de análisis, muy por encima de este post o este otro.
Sinceramente, a mí todo esto me viene de maravilla. Cuando la gente de Jot Down me preguntó qué quería hacer, yo les dejé bien claro que deporte. Puedo escribir sobre bastantes cosas con un cierto criterio, pero con compañeros tan brillantes en otras disciplinas creo que lo suyo era dedicarme a la nostalgia deportiva, a aquel "no pudo ser" que esconde siempre la crónica de un fracaso. Empezamos ayer con
"el sexto Tour de Induráin" y a lo largo de la semana hablaremos de "El Barcelona de Beckham", aquella entelequia con la que Laporta ganó las elecciones y acabó cambiando el club de arriba abajo con unas dosis de suerte y casualidad envidiables.
Todas mis columnas tendrán ese punto en común: el triplete de Queiroz, la liga de Petrovic, el Mundial de Carlos Sainz, el Wimbledon de Arantxa Sánchez-Vicario, el penalti de Bebeto, la canasta de Montero... excusas para, mediante un titular que parecía hecho, contar la realidad de un fracaso o cuando menos de una enorme casualidad que le dio la vuelta a todo lo esperado.
Creo que va a estar divertido y va a merecer la pena. Además, haré entrevistas. Entrevistas que, espero, me lleven a otro nivel. Lo bueno de ser un secundario en este equipo es que puedo aprender muchísimo de los demás. Las entrevistas publicadas hasta ahora son fantásticas, me pregunto si yo podré hacer algo parecido y quiero pensar que sí. O que, al menos, voy a intentarlo, sígannos de cerca.