martes, junio 14, 2011

Gallardón y el Malaquita


Alberto Ruiz-Gallardón saca a su perro a pasear casi todas las noches. Es un clásico y todos los que vivimos cerca de Alonso Martínez nos lo hemos encontrado en un momento u otro. A mí me parece entrañable, ver al alcalde de mi ciudad sin escoltas ni coches oficiales paseando tranquilamente a su perro. En cualquier caso, lo que yo piense da igual: yo puedo pensar que Gallardón es un facha asqueroso que se merece lo peor, y aun así eso no me legitimaría a esperarle a la puerta de su casa junto a unos amigos para insultarle y acosarle... todo porque no autoriza un concierto.

Un concierto, hasta ahí ha bajado el nivel de la indiginación.

Ya sé que el 15-M no tiene nada que ver con esa actuación e incluso los responsables de organización de las Fiestas del Orgullo Gay se han desmarcado inmediatamente. Ésta no es una apelación a unos o a otros sino a la ciudadanía en general: ¿Podríamos calmarnos un poco o vamos a seguir tomando el palacio de invierno cada vez que algo no nos guste? El clima de "acción directa" que se respira en Madrid desde la deriva de Sol hacia parlamentos y ayuntamientos resulta desagradable, por decir algo. Claramente, no era esto.

Tengo que darle a Esperanza Aguirre la razón cuando dice que la "acción directa" es el preámbulo del totalitarismo. Lo es. Mi ejemplo siempre es el de Millán Astray entrando a gritos en la Universidad de Salamanca y amenazando con ejecutar a Unamuno por defender la inteligencia frente a la muerte. Otra cosa es que luego Aguirre se ponga a hablar de la responsabilidad de los políticos y acabe nombrando al del metrobús como presidente de la Asamblea y a un imputado como portavoz de su partido. Surrealista.

En fin, o el 19-J calma un poco los ánimos en forma de terapia de grupo o esto se va a ir de las manos y, sí, me preocupa.

Otra noticia extraña: la desaparición de una chica, acampada en Sol, de 19 años. Según ABC, la última vez que se la vio fue con un tal "Malaquita", miembro de la comisión de respeto y luego sigue una descripción física del chico. No hay denuncia ante ningún juez, dice la familia, pero la prensa ya se lanza sobre la presa. Hay algo ahí que no cuadra: ¿el Malaquita ha desaparecido también o no? Quiero decir, tal y como se da la noticia da la sensación de que no se le ha vuelto a ver a él tampoco desde que se le vio con la chica, es decir, que está desaparecido.

¿Un desaparecido y una desaparecida no son dos desaparecidos? Ya me pierdo, de verdad. Y si no está desaparecido sino que le han localizado y han hablado con él, ¿no podría incluir la noticia alguna información sobre dónde dejó a la chica?, ¿no convendría esperar un poco antes de dar nombres propios o apodos? No digo esperar mucho, sino al menos hasta que haya una denuncia. Pues no. La "acción directa" por lo que se ve también funciona y con mucho éxito en los periódicos.

Actualización 20.30 La policía ha encontrado a la chica que había "desaparecido voluntariamente", no sabemos si con el Malaquita o con quién. Lo que sí sabemos es que el apodo ya va a quedar para siempre con una mueca de desconfianza, enhorabuena a los medios.