martes, marzo 03, 2009

Buena suerte, señor Gorsky


Durante el famoso paseo de Neil Armstrong sobre la superficie de la luna, se escucharon varias frases: la más famosa por supuesto fue aquella de "este es un pequeño paso para el hombre pero un gran paso para la humanidad", que en inglés tiene más efecto porque "man" y "mankind" suenan mejor. Uno puede imaginarse a Neil inventando frases durante los días que estuvo flotando junto a sus compañeros del Apolo XI por el espacio, rumbo quién sabe a dónde.

Puede incluso imaginarse a un grupo de guionistas llamados por la NASA para decidir qué frase pasaría a la historia y sería comentada durante generaciones.

Sin embargo, la frase más "humana" de Armstrong, la que habría vuelto locos a muchos expertos durante años, sería una que nunca se llegó a emitir en televisión: "Buena suerte, señor Gorsky". Sobre esta frase se ha hablado mucho e incluso sale mencionada en la película "Watchmen".

La solución la habría dado el propio Armstrong en 1991 durante un encuentro con la prensa en Tampa: Neil y su hermano jugaban a la pelota en el jardín de su adosado, alguno de ellos calculó mal, el balón fue al jardín del vecino y cuando fueron a recogerlo, agachados justo bajo la ventana del dormitorio de la familia judía que vivía al lado -los Gorsky-, pudieron oír a una voz femenina decir lo siguiente: "¿Sexo oral? ¿Quieres sexo oral? ¡Tendrás sexo oral cuando el niño de los vecinos camine por la luna!".

Es una historia maravillosa, estarán de acuerdo conmigo. Un momento histórico, sublime, la Tierra a lo lejos con su forma azul, Armstrong flotando y saltando como un niño y el recuerdo que le viene a la cabeza y que quiere transmitir al mundo es una fantasía sexual de su vecino.

Sin embargo, siento decepcionarles: la historia es mentira. No hay ningún registro de que Armstrong dijera eso -aquí tienen la transcripción de la NASA de todo lo que se dijo aquella tarde-noche- y el propio astronauta reconoce que la primera noticia que tuvo de algo así fue al oírlo de boca de un humorista judío. ¿Cómo es posible que todo el mundo haya dado por hecho que la frase existió? Pregúntenselo la próxima vez que den por buena una respuesta de la Wikipedia.