Sé que esto no tiene que ver con el Festival de Medina del Campo, pero no voy a abrir un post con cada cosa suelta que se me ocurra, y esto se me ha ocurrido EN Medina del Campo, así que lo meto aquí con la reseña de la peli de ayer.
A lo que iba: dijo Rajoy ayer muy tranquilo que él no hablaba inglés y que no pasaba nada porque los demás presidentes tampoco lo hablaban: ni González ni Aznar ni Zapatero. El inmenso vacío entre lo público y lo privado. Ahora mismo es casi imposible ser teleoperador si no sabes inglés, porque se considera imprescindible para la comunicación internacional. Como saber latín en el siglo III, pongamos. No es que la gente que sepa inglés sea "mejor" que la gente que no lo sabe o que el inglés sea de por sí un idioma "superior". No. Simplemente es la "lingua franca" que se utiliza para entenderse.
Y lo piden en todas las empresas.
Menos en La Moncloa. Allí no piden nada. Ni siquiera que, ya que llevas seis años presentándote, pues des un cursillo a ver qué tal. No. Tú tranquilo. La ignorancia es tan valiente...
En fin, volvamos. Ayer se estrenó en el Festival, "25 Kilates", una producción española distinta y con la excelente Aída Folch como actriz principal. Junto a ella, Francesc Garrido, un actor catalán sobrio, muy estilo francés, que a veces me encanta y a veces me desespera con su infinita distancia ante todo.
He utilizado el adjetivo "distinta" porque no se ciñe a los temas habituales del cine español: niño de mirada pura, familia con problemas, injusticias sociales, guerra civil... Es un thriller. Vale que eso es relativamente original en pantalla grande pero no en pantalla pequeña. La película tiene mucho de capítulo de serie alargado o incluso de temporada de televisión comprimida. A elegir.
Pero está bien hecha y es valiente y me gusta que la gente haga estas cosas y no se quede en los tópicos. Mantiene una relación un poco torpe con la violencia y el crimen organizado porque, pese a la tradición de picaresca que tenemos en este país, uno no puede evitar vincular esos conceptos al cine americano y cuando lo ve en Barcelona, queda raro. Como encorsetado, no sé...
Espero que se estrene en cines y lo puedan comprobar ustedes mismos. En la actualidad, igual que pasa en la música o la literatura, la distribución y difusión de películas es el principal problema del cine español. Con la diferencia de que el cine español es infinitamente más caro y por tanto las pérdidas, públicas o privadas, mucho mayores.
Por cierto, la película tenía subtítulos cuando hablaban en catalán. Lógico. Lo que no entiendo bien es por qué en este festival se ha decidido poner todas las películas extranjeras dobladas. Incluso el documental de ayer en el que la voz doblada hablaba ¡por encima! de la original en inglés...