No han pasado ni 24 horas desde las elecciones y ya se afilan las garras: Anasagasti considera que hacer una política frentista "es peligroso". El PNV consideraría "una agresión política" que PSE, PP y UPyD pacten un gobierno. Es "anti-natura", dicen. En "El País" piden que se respete la mayoría del PNV y se les deje seguir gobernando.
¿De dónde viene todo este miedo? Es algo difícil de entender. Veamos, en Cataluña, CiU gana con mucha más amplitud con respecto al PSC que el PNV con respecto al PSE. Sin embargo, CiU no gobierna y nadie se rasga las vestiduras. Es decir, sí se puede dejar a los nacionalistas fuera del poder. Ser nacionalista no basta para mandar. Eso es otro mito. Pedir un gobierno no nacionalista no es "criminalizar" al nacionalismo. Para eso que no hagan elecciones, que manden siempre ellos y punto.
Lo increíble es la impunidad de la amenaza. No al frentismo, dicen los que pactaron Lizarra con Batasuna. No a los choques de trenes, dicen los que se negaron a pactar nada con los no nacionalistas durante una década, los del Plan Ibarretxe. Sed buenos, piden. Entendámonos. Ahora. Y lo fuerte del asunto es que la otra parte se lo piensa.
Veamos: Patxi López tiene la misma legitimidad para gobernar en el País Vasco que Montilla en Cataluña. Muchísima más que la que tenía Touriño en Galicia, por ejemplo, dejando en la Oposición a un partido que había rozado la mayoría absoluta. Más que la que tiene Antich en Baleares, pactando con quien sea con tal de echar al PP. ¿De dónde viene ese respeto venerable por los nacionalistas vascos, ese sentimiento de culpa?
López tiene sus propuestas. O eso esperamos. Tiene la capacidad de hacerlas realidad porque PP y UPyD ya han manifestado su predisposición a investirle. ¿A cambio de nada? Hombre, hombre... A cambio del cambio, eso es obvio. De la pérdida de complejos y de dejar el pensamiento nacionalista en la oposición porque es lo normal y es la alternancia y no pasa nada y ya volverán a ganar y a pactar con el PCTV de turno, que no se preocupen.
Las manos tiemblan, me parece. Más que las piernas de un defensa del Barcelona. No es el momento. La gente ha votado cambio y le ha tocado a López. Es un marrón, por supuesto, pero insisto para eso se hacen elecciones. Si no, pues te quedas en casa y punto.