lunes, marzo 23, 2009
The Killers en Madrid
Es bueno apostar sobre seguro. Pides cosas y te las dan. Así de sencillo. Fantaseas durante meses, entrada de 40 euros guardada en la cartera, con qué harás cuando toquen "Somebody told me" o "Mr. Brightside" o "Smile like you mean it", "Sam´s Town", "Read my mind", "Human", "Spaceman"... e incluso tienes algo de miedo de que se pongan a cantar todas las del último disco y abandonen los grandes éxitos. Los fans siempre tenemos un miedo atroz a los últimos discos.
Pero no.
The Killers hicieron exactamente lo que se esperaba de ellos y no decepcionaron a nadie. Hablaron en español, dijeron que Madrid era la mejor ciudad posible para acabar su gira europea -poco convincente si se tiene en cuenta que Madrid ni estaba en la primera lista de conciertos que dieron- y tocaron absolutamente todos sus clásicos en un Palacio de Deportes a reventar, con un público sorprendentemente lleno de adolescentes alegres.
La primera canción fue "Human", la tercera, "Somebody told me". La quinta o sexta, "Spaceman", de lejos la mejor del tercer disco, que, digan lo que digan, no es tan malo. Eso sí, lo despacharon cuanto antes, para dejar sitio al pan y la mantequilla. Hubo algunos bajones de ritmo y demasiadas canciones que en directo empiezan igual, con el teclado sonando ahí misterioso, creando una oleada de expectativas: "¿Será "All these things I´ve done"? ¿Será "Read My Mind"?" No, es "The world we live in".
No se excedieron en la parafernalia. Menos aún que Fito y Fitipaldis, por poner un ejemplo. Una pantalla tremendamente pixelada detrás del escenario y los grandes videomarcadores de los laterales en negro. Yo, desde donde estaba, pie de pista, cerca de unas escaleras, no conseguía ver nada. Pero uno no va a ver a los Killers para ver a los Killers sino para intuírlos y en eso está el encanto, por supuesto.
Tampoco fue un concierto muy largo. Remolonearon un rato y de repente dieron quince minutos mágicos con "Read my mind" seguida de "Mr. Brightside", acabando con "All these things I´ve done", que si no es la mejor canción de lo que llevamos de siglo, está entre las cinco mejores seguro. Orgásmica. If you can hold on, if you can hold on... hold on. Lástima que la entradilla en forma de gotera -así la califico yo- se perdiera entre el batiburrillo de los murmullos.
Luego, los bises. Poco contundentes si exceptuamos la magnífica "When we were young" que, de hecho, acabó el concierto. Brandon Flowers nos avisó: "Nos queda una canción", y obviamente tenía que ser esa. No iba a ser "Goodnight, travel well".
Un buen trabajo. Muy buen trabajo. Un gran sonido y mucho entusiasmo. Poco rollo "estrella del rock" que a veces me molesta un poco en Flowers. Una hora y media. Para mí, suficiente. Sacarán un cuarto disco y volveremos a pagar 40 euros por escuchar "Mr. Brightside" y suplicar por que acaben con "Read my mind". Ah, los fans! Esos nostálgicos...