viernes, abril 13, 2012

Leticia Dolera: "Los sentimientos no entienden de derechas ni de izquierdas"



FOTO: Jorge Fuembuena


A sus 30 años recién cumplidos, Leticia Dolera da muestras de una madurez curtida por años y años en el candelero: de estrella adolescente en “Al salir de clase” a protagonista de “Rec 3”, ni más ni menos. Su próximo estreno, “De tu ventana a la mía”, supone a su vez el debut de la directora zaragozana Paula Ortiz en el mundo del largometraje y ya se llevó los premios a la mejor directora novel y el especial de la crítica internacional en la pasada SEMINCI. Leticia contesta con contundencia pero también con sentido común. Sobre lo que no tiene una idea definida, directamente pasa pregunta. Es un hito en nuestros tiempos en los que cualquiera parece que tiene que tener una opinión formada en cinco segundos sobre cualquier tema. Más aún si se dedica al cine.
La serenidad de Leticia me sorprende porque a mí siempre me sorprenderá que alguien que a los 20 años tenía varios clubes de fans y era una figura mediática consiga mantener una cierta normalidad diez años más tarde. “Lo llevé muy bien”, nos dice desde Londres refiriéndose a aquellos años de capítulo diario, “siempre lo entendí como una consecuencia de algo positivo y como algo separado, en parte, de mi persona. La fama era la de Leticia Dolera, actriz, la gente reconocía a la cara de la tele y no la mía. Sé que es extraño, pero entonces lo tenía muy claro. Cuando veo que eso mismo les está pasando a otros chicos con diez o quince años menos que yo simplemente me provoca ternura”.
Hay chicas guapas que solo quieren lucir palmito y chicas guapas que además quieren ser actrices. Se nota a la legua. “Hay una película que cambió mi visión de mi carrera y el cine: Vivre sa vie, de Jean-Luc Godard. Luego, en mi experiencia personal, una película indie que rodé en Nueva York con Ramin Barhani, Man Push Cart”. Su filmografía ha ido desde éxitos comerciales como “El otro lado de la cama” a películas independientes pasando por series de culto como “Guante Blanco” con el mítico Carlos Hipólito –“Me sorprendió mucho que me llamasen después del casting, ya que de entrada no es el típico papel que me darías a mí… fue un lujo trabajar en esa serie”- y la mencionada “De tu ventana a la mía”, protagonizada por la omnipresente Maribel Verdú.
Es un poema dedicado a las mujeres que durante distintas generaciones tuvieron que soñar a través de su ventana cómo les habría gustado que fuera su vida. Paula posee una imaginación desbordante y ha conseguido crear un mundo propio y único en la película”, explica llena de entusiasmo, aunque consciente de la espada de Damocles que se cierne sobre cualquier producción española, es decir, la distribución… “Es imposible luchar contra las majors a nivel de marketing, ellos estrenan pelis en 500 salas o ¡¡incluso mil!! Sus campañas silencian el poco ruido que las películas pequeñas puedan hacer, no sólo las españolas, sino también las europeas.


Leticia nació en Barcelona, trabajó durante años en Madrid y ahora vive de nuevo en Barcelona, una historia de amor en dos direcciones que a veces no se entiende bien. “Llevo mucho tiempo en Barna, algo desconectada de Madrid, aunque hace poco estuve protagonizando una obra en Microteatro por Dinero con Antonio Barroso… No sé decirte, yo no veo desconfianza entre ambas ciudades y si la hay simplemente es una ficción  generada por los políticos a través de los medios, para mantener al ciudadano distraído con tonterías y poder hacer lo que ellos quieran en otros ámbitos”.
La política y el cine, esa relación complicada. Con las elecciones generales del 20-N aún vivas en la memoria y la mayoría absoluta conquistada por Rajoy, es inevitable preguntar por la reacción de alguien que vive en un mundo tan hostil al PP como es el cine. “Ahora mismo, los que mandan no son los gobiernos, sino los banqueros y el FMI. Nosotros, por la incapacidad de organizarnos como ciudadanos, lo permitimos… En cualquier caso, creo que el cine debería estar totalmente al margen de la política. El arte, además de para entretener, nos sirve para sentir y para reflexionar sobre el alma humana y creo que el alma y los sentimientos no entienden de izquierdas y derechas, están por encima de eso. Yo, cuando cuento una historia a través de una película, lo hago para todos los que la quieran ver, no para los votantes de un partido u otro”.
Y es que además de protagonizar historias, Leticia Dolera las dirige. Sus dos cortos, “Lo siento, te quiero” y “A o B” han tenido un enorme éxito en el circuito de cortometrajes nacional e internacional y mezclan lo mejor de su carrera reciente: comedia romántica con tintes de género. El paso de la actuación a la dirección, desde tan joven, parece que estuviera mirado con lupa. A nadie le sorprende que un ex jugador de fútbol entrene a un equipo… pero que un actor se ponga a dirigir causa a veces una cierta desconfianza. Más si es una actriz, aunque Leticia no esté de acuerdo: “Me parece una evolución natural. Cuando estás años contando las historias de otros, a veces apetece contarlas desde un prisma más propio y personal. En Francia hay muchos actores que dirigen: Guillaume Caunet, Julie Delpy, Sandrine Bonnaire, Agnès Jaoui, etc.. La democratización de las tecnologías, es decir, la aparición del digital más asequible, también ha ayudado a que eso sea posible”.
Hablando de tecnología digital, una de las primeras películas que triunfaron después de ser rodadas en vídeo fue “REC”. Cuatro años después de aquel encuentro entre Manuela Velasco y La Niña Medeiros, Leticia viene de terminar de rodar la tercera parte, película que se estrenó a finales de marzo. La cara de entusiasmo vuelve a su rostro, como siempre que habla de su trabajo: “Formar parte de una saga de terror español tan importante como esta es un auténtico honor… De hecho, hasta que no se estrene, no me creeré del todo que es una realidad. REC forma parte del imaginario de mucha gente y eso es algo precioso. El rodaje fue un auténtico sueño. Imagínate: zombies en una boda y dirigidos por Paco Plaza. Cada día era una aventura. Paco es un director que te da libertad a la hora de encarnar un personaje, te hace sentir que el personaje eres tú y que por lo tanto, puedes hacer lo que quieras con él”.
Lo dicho: empezar en “Al salir de clase” y acabar en “Rec 3” es cuando menos curioso. “De aquella serie salieron actores fantásticos”, matiza, “es lo normal cuando se hacen más de 1000 capítulos…”. De acuerdo, pero, ¿de dónde viene su afición al cine de género? “Creo que el género fantástico es a veces una buena forma de acercarse al lado oscuro del ser humano y jugar con sus miedos. La fantasía puede ser una herramienta fantástica para analizarnos como individuos o incluso como sociedad. Fíjate en películas como X-Men, No profanar el sueño de los muertos, Hijos de los Hombres, la más actual Contagio… o series como  The Walking Dead. ..Yo soy muy miedosa en la vida real, así que poder experimentar miedo tanto en una sala de cine como espectadora, o como actriz en un rodaje, me parece muy liberador y divertido”.
Pasa el tiempo en Londres y la actriz que vive el cine como una adicción tiene que atender otros compromisos, en concreto, participar en las grabaciones de “Mad Dogs”, serie de Sky TV. Le pregunto por literatura antes de irse: “Me encantaría interpretar a Verónica de Verónica decide morir”, dice, convencida. Lo bueno de Leticia es que todo lo que dice lo dice convencida y lo que no sabe no lo dice. Es un huracán al que ves venir de frente, no despista, no busca subterfugios. Actriz y directora, ¿en qué especialidad se ve ganando el Goya antes? Leticia ríe porque sabe que es una pregunta algo absurda. Nadie se ve ganando nada nunca. Nadie vive su profesión pensando que va a ganar algo alguna vez. No ella, desde luego.
Lo dicho, ríe, o sonríe más bien, y dice sin más: “Cualquiera de las dos opciones me vale”. Una respuesta que vuelve a dejar a la pregunta en evidencia. Cuidado con ella, no conviene jugar al peloteo con una chica de ideas tan claras.
NOTA: Esta entrevista se hizo para la edición impresa de la revista Zona de Obras pero, desgraciadamente, y pese a los esfuerzos de su editor jefe, parece que hasta pasado el verano no volverá a editarse. Mientras, iré dando salida a los contenidos que no llegaron a salir en el número de invierno pasado.