Cada vez que leo una noticia como
esta, es decir, del tipo "descubrimos cómo, cuándo, dónde y bajo qué circunstancias los servicios de seguridad de un país/presidente pueden fallar" me tiro de los pelos. Creo que ya lo he comentado con anterioridad pero me parece un acto de irresponsabilidad absoluto, especialmente si ese país es el mío.
O si no lo es. Por ejemplo, Estados Unidos y todos esos reportajes de "cómo conseguimos meter una navaja dentro de un avión sin que nadie nos pillara". Son manuales para terroristas. Literalmente. Los terroristas editan vídeos para sus células en las que les enseñan cómo colar navajas en los aviones. Al menos, no les hagamos nosotros el trabajo.
Ese llamado periodismo de investigación que consiste básicamente en cometer un delito y luego decir "mira, yo he cometido este delito y no me ha pasado nada, tú también puedes conseguirlo" me repatea. Por supuesto, el Pedro J. Ramírez de turno dirá que así la prensa ejerce su labor de control y si se quiere "confirmación" de que todo va bien. Estupendo, cuelen a un periodista con una mochila bomba en un tren que vaya a Alcalá de Henares -a ser posible no en el que cojo yo todos los días- y luego van y se lo cuentan a las autoridades y lo dan como noticia, pero no cuenten cómo lo han hecho, es ridículo.
Si hacemos caso a Ortega -y no solo a Ortega- y aceptamos que ahora mismo la masa lo es todo, que el "hombre-masa" no solo ocupa todos los lugares de la ciudad sino que además lo hace con una arrogancia despótica, está claro por qué el "periodismo-masa" sigue los mismos patrones: todo nos es permitido.
¿Y quién se atreve a decirle que no?