lunes, noviembre 30, 2009

Cartas esféricas en Factual


Hace unos meses -considero prudente no decir cuántos- el insuperable José María Albert de Paco se puso en contacto conmigo para proponerme una aventura algo enloquecida y difusa. Sus únicas armas para convencerme de empezar viaje juntos eran:

- El nombre de un tipo al que los dos admirábamos (Arcadi Espada)
- Su fe ciega en mí, de manera que aunque no sabía qué demonios podía aportar al periódico, sabía que yo tenía que estar ahí.
- Hacerse el carnet de socio del Barcelona (cosa que el muy estafador no ha hecho).

El caso es que desde entonces el proyecto ha ido avanzando lejos, pero avanzando. Lejos en la geografía y lejos en la comunicación. Hasta hace apenas unos días, el pobre José María, al borde del infarto, no pudo concretarme exactamente cuál iba a ser mi cometido en Factual ni cuánto me iban a pagar ni con qué periodicidad tendría que publicar. La buena noticia era que haría justo lo que yo quería hacer: escribir sobre fútbol.

Siempre he sido un tipo que presume de no saber de nada, salvo cuando llegamos a los deportes. Ah, amigo, ahí soy un experto. Uno no dedica su vida y su cerebro a algo para que luego ese algo le traicione.

En fin, que la apuesta era arriesgada: empezábamos con el Barcelona-Real Madrid. Nada de crónicas ni largos análisis. No. Algo más de charla con sentido: Pepe me enviaba una carta abierta a mí y yo se la contestaba. Así lo hicimos, claro. Su carta me abrumó por todos lados y yo hice lo posible por estar a su altura. Al parecer, resultó. Las ideas de Pepe, su lenguaje, su imaginación, su sintaxis abruman a cualquiera, así que opté por el esperpento: defender a Pellegrini.

El que lea este blog sabe que no es la primera vez que lo hago.

Hoy, a las nueve, ha nacido Factual, un periódico de pago llamado a la excelencia. Puede que la consiga y puede que no, pero el caso es que aspira a un periodismo de altas miras y ha decidido incluirme en esa generación de inconformistas talentosos. Creo que nadie ha apostado tanto por mí en la vida y solo puedo agradecer a José María, Arcadi y Cristina por esta oportunidad.

La sección se llama "Cartas esféricas" y me temo que es de pago. Igual es que hay que pagar por las cosas que merecen la pena, como sucede con los relojes de oro y los donuts de chocolate. Si no lo hacen, lo entenderé; si se animan -no ya por mí sino por todo el colosal proyecto del que pueden formar parte, tanto si es un éxito como si es un naufragio "Yo estuve en el Titanic"-o simplemente quieren echar un vistazo a los contenidos abiertos, les dejo el enlace a mi primera pieza.

Me siento tan orgulloso que no tengo palabras, así que este post se acaba

aquí.