Punto uno: a mí me parece una desgracia que un jugador como Cristiano Ronaldo esté lesionado. Por supuesto, como antimadridista, prefiero no verle en el campo porque es muy bueno, pero no le deseo una lesión a nadie. Si pagan 94 millones de euros por él y fracasa pues me alegro, pero toda lesión tiene un punto injusto.
Aclarado esto, no puedo evitar sentir cierta fascinación por el tema de Pepe, "el Brujo", un personaje que sacó El Mundo de manera inopinada a finales de septiembre anunciando su mal de ojo a CR9 y asegurando que, gracias a su magia negra, el jugador portugués "pasará más tiempo lesionado que jugando. No será una lesión grave, pero se le complicará y jugará muy poco este año".
Por supuesto, me niego a pensar que haya una vinculación entre la magia negra de Pepe, "el Brujo" y la lesión de Cristiano -¿me niego? No sé, haberlos, haylos-pero me resulta divertido que se haya cumplido paso a paso todos sus pronósticos. Un tipo del Marsella entra con los tacos en una entrada descontrolada pero al balón y arrastra el tobillo de Ronaldo. En principio, no pasa nada. Sigue jugando, incluso marca otro gol. Le cambian. Dos semanas de baja por esguince.
Bueno, el Marca sale con que es un ser superior -este también- y que a los cinco días estará para jugar en Sevilla. No está. Tampoco para el siguiente partido. Sí juega con Portugal y a los quince minutos pide el cambio. Su lesión se ha agravado. No pasa nada: en tres semanas está. Bueno, un mes. Bueno, dos meses. Bueno, en realidad no sabemos bien qué le pasa y si le operan estará cuatro meses de baja...
Parece sacado de "Noticias del Mundo", pero quiero manifestar mi estupor ante todo esto. Y esperar que el chico pueda jugar cuanto antes, a ser posible justo después del partido del Camp Nou.
Sí, soy un maldito cobarde.