La relación festivales-salas de proyección es realmente curiosa. Me entero hoy, de casualidad, que este fin de semana se estrena "Mon fils à moi", es decir, "Mi hijo", la película francesa que ganó la Concha de Oro ex-aequo en el pasado San Sebastián. La verdad es que me gustó. No le pasó a todo el mundo, por ejemplo, Albert Espinosa salió echando pestes y creo recordar que no fue el único.
Es cierto que jugar con la tensión psicológica durante tantos minutos es complicado. Las palabras exactas de Albert fueron: "Es una película que puedes dejar de ver durante media hora y cuando vuelves sigues en el mismo punto". Puede ser. Es cine francés y eso tiene sus peligros.
Con todo, es una buena película, recomendable. Nathalie Baye está soberbia. Por cierto que si alguien quiere recordar mis crónicas de San Sebastián -y creo que son recordables- sólo tiene que pulsar
aquí y ponerse a leer.