El año no acaba de arrancar. Puede no parecer un pensamiento muy positivo, pero lo es. Estoy convencido de que tarde o temprano acabará pasando algo bueno. Parece que todas las circunstancias profesionales, personales, familiares... que quedaron colgando en 2006, siguen ahí, esperando, sin moverse.
Nada perdido, nada ganado.
No es que las cosas vayan mal, por tanto. De ninguna manera. Pero podrían ir mejor. Van a ir mejor. Hace falta sólo un poco de suerte, un empujón de algún lado. Algo inesperado, pero trabajado en algún momento anterior. 2007 tiene que demostrar su valía y de momento se muestra tímido y acomplejado.
Adelante, sin miedo. Valiente.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 14 horas