sábado, mayo 19, 2007

2007

El año no acaba de arrancar. Puede no parecer un pensamiento muy positivo, pero lo es. Estoy convencido de que tarde o temprano acabará pasando algo bueno. Parece que todas las circunstancias profesionales, personales, familiares... que quedaron colgando en 2006, siguen ahí, esperando, sin moverse.

Nada perdido, nada ganado.

No es que las cosas vayan mal, por tanto. De ninguna manera. Pero podrían ir mejor. Van a ir mejor. Hace falta sólo un poco de suerte, un empujón de algún lado. Algo inesperado, pero trabajado en algún momento anterior. 2007 tiene que demostrar su valía y de momento se muestra tímido y acomplejado.

Adelante, sin miedo. Valiente.