Miguel Sebastián, su equipo y su partido -que todo viene a ser lo mismo- intentan matizar las acusaciones del candidato en el debate de TVE. A lo que se ve, la pregunta por Montserrat Corulla en ningún momento pretendía pasar la línea de lo profesional a lo personal... es decir, no le estaba llamando adúltero, sólo chorizo.
Parece haber quedado claro que Corulla y Gallardón se conocían. Por las reacciones, hay que entender que se conocían bastante. Lo que no ha quedado claro es que ese trato personal haya pasado a trato profesional. El PSOE sólo ha podido argumentar dos concesiones en cuatro años a empresas vinculadas con Corulla y una ha resultado ser falsa, la del frontón Beti Jai.
El Ayuntamiento niega trato de favor, desvincula al alcalde de cualquier concesión urbanística y Gallardón insiste en que la pregunta es personal porque su relación con la aludida es meramente personal.
Sin embargo, en el PSOE están eufóricos. Según ellos, han "roto la campaña", han desestabilizado a Gallardón y han "despertado" a los votantes socialistas. Curiosa concepción la que tienen de sus propios votantes. Quizás un candidato de verdad, con ideas y estilo, hubiera sido mejor aliciente.
Por mi parte, la opinión no cambia. No sé si quería llamarle a su mujer cornuda o a él ladrón. Sólo sé que para decirle eso a alguien, delante de millones de espectadores, hay que estar muy seguro de lo que se dice. Tan seguro como para denunciarlo ante la Justicia. Si no, el que queda retratado es uno mismo.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 14 horas