En un par de meses la pregunta sobre Federer ha pasado de si será el mejor de todos los tiempos a si será el mejor de este año. En ello tendrán que ver mucho los mareos de Nadal. Si el español consigue ganar Roma y Roland Garros y hacer un papel digno en Hamburgo -nada indica lo contrario- le tendremos de número uno muy pronto.
Y no sólo está Nadal: Novak Djokovic está a punto de superar a Federer en la clasificación de este año.
El problema de Federer no es que pierda, es que le pasen por encima como hizo Nadal en Montecarlo o Volandri en Roma. Por no mencionar los dos partidos contra Cañas en Estados Unidos. Pierde ante rivales a los que antes apisonaba. Obviamente, el suizo no está bien. Se puede pensar que es normal, que ser número uno tres años seguidos es una presión que desgasta, pero está por ver si conseguirá recuperarse. El tenis es muy traicionero y caer es muy fácil.
De momento, la recomendación para Federer es que se centre en cada torneo, que se olvide del Grand Slam, que se olvide de los records, que se olvide de Sampras. Es un momento crítico en el que un par de eliminaciones rápidas en París y Londres le dejarían al nivel de los humanos y por detrás de esa máquina llamada Nadal. Tiempo para reflexionar. Incluso los mejores lo necesitan.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
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