lunes, noviembre 17, 2014

Ana Pastor y Pablo Iglesias ; Manuel Jabois y la revista Unfollow


La entrevista de Ana Pastor a Pablo Iglesias: muchos la consideran devastadora para el politólogo y reveladora de sus carencias. Puede ser, ya saben que a mí Iglesias me parece un tipo del que uno puede esperar muy pocas sorpresas. Efectivamente, la videoteca le pone en apuros y aún más la realidad, o más que la realidad, el futuro. Podemos es un proyecto de presente y su gran esperanza es que el presente se prolongue el mayor tiempo posible. Como dije hace un par de semanas, su principal diferencia con el 15-M es que no se vuelven locos anunciando propuestas detalladas de cada cosa sino que se mueven en el "vamos a intentarlo con todas nuestras fuerzas", "escucharemos a la ciudadanía" y ese largo y calculado etcétera.

Por otro lado, esa entrevista la podría haber hecho cualquiera. Es más, se la ha hecho mucha gente antes y a esa gente se le ha mirado de soslayo, como si hubiera un sobre pendiendo de su cabeza. Otra cosa es Ana Pastor, claro, la mítica Ana Pastor. En esto yo no soy sospechoso: no me gusta cómo entrevista Ana Pastor y lo decía incluso cuando estaba en TVE. Me parece tramposa, tergiversadora y con poca voluntad de que la entrevista avance sin que se le acaben dando la razón. En muchas de las respuestas de Iglesias se daba por aludida como si la cosa fuera con ella y no faltó el tono auto-exculpatorio en demasiadas ocasiones. 

Todo esto no estaría tan mal si el programa no se llamara "El objetivo".

Mucho más serio me parece el tiro en el pie de esta mañana en la SER con Pepa Bueno. Ese "trataré de sacar a España de la OTAN". Iglesias ha criticado numerosas veces que determinada izquierda intente devolver el país a 1936 y de repente va y lo lleva a 1985. Si por algo ha destacado "la casta" en estos últimos años es por avivar debates que la ciudadanía consideraba superados. Al parecer, para Iglesias esto de la OTAN nos sigue atormentando. Es curioso teniendo en cuenta que es prácticamente la única decisión política que se ha sometido a voto popular directo.

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Manuel Jabois me cita hoy en su columna sobre Roger Federer. Reconozco que me hace ilusión, claro, aunque casi habría sido un agravio escribir sobre Federer y no citarme con la guerra que doy aquí, en Twitter y donde me dejen. Quizá lo haya hecho precisamente para que me vaya callando. Lo bonito del asunto es que el artículo que cita lo publiqué hace casi dos años en la revista que fundamos Ana Boyero y yo: Unfollow Magazine. Ahora hablando en serio, yo creo que Manuel sabía que me haría especial ilusión esa cita y no cualquier otra -lo primero que hago cuando me contrata un medio es obligarles por escrito a que me publiquen algo sobre Federer- por lo importante que fue para mí la revista y la desilusión que supuso el adiós al proyecto.

De hecho, y esto no lo sabe nadie porque no tenía sentido ir fardando, Jabois fue uno de nuestros mayores mecenas. Convencidos de que un proyecto como Unfollow tenía sentido y que la gente se daría cuenta en seguida pusimos una cuenta de PayPal a disposición de los lectores. Si no me equivoco, mi madre puso algo, mi compañera del colegio Susana también nos pasó algo de dinero y Jabois de repente metió 50 euros de un tirón, para nosotros una fortuna.

Con ese dinero y el nuestro, que fue la mayor parte, conseguimos una revista donde escribían Miguel Noguera y Castelo, Hughes y Albert de Paco, Xavi Puig y Bárbara Alpuente... Una revista con excelentes reportajes de Carlos Camino o Jacobo Rivero o Aída Prados o Elena Sansigre. Súmenle a eso relatos inéditos de Andrés Barba, Lara Moreno y Pablo Gutiérrez y una buena batería de cortos de Oriol Puig y Nacho Sánchez-Quevedo. Todos cobrando. ¿Por qué no salió bien la cosa? Porque para que las cosas salgan bien hacen falta mucho tiempo o mucho dinero y Ana y yo no teníamos nada de eso.