martes, diciembre 04, 2007

El fracaso de la manifestación contra ETA

No soy un tipo que se prodigue en las manifestaciones. Detesto las manifestaciones, de hecho. Las manifestaciones en España, las de verdad, se hacen siempre contra algo o alguien. Rara vez son los terroristas.

Por eso el lema de la manifestación de este martes era ridículo: "Unidad". ¿Dónde está la unidad, quién se la cree y quién se va a manifestar por ella? La excusa misma de la AVT para no acudir, por ejemplo: que no se creen la sinceridad de Zapatero. Es decir, ellos se pasan tres años diciendo algo y cuando -con poca credibilidad, es cierto- se les da la razón, se marchan muy dignos de la mesa. El asunto es no compartir la razón, poseerla por completo. Una vez que la razón es compartida, pierde su interés.

Unidad. Qué tontería. Ahí estaban los actores sin cordón sanitario ni nada, un poco sin saber qué hacer. Ahí estaba Rajoy sin gritos de "Zapatero, embustero" que le rodeen y le animen. Ahí estaba la gente del PSOE, sin saber muy bien si hay que gritar esto o lo otro o qué toca, en cualquier caso temerosos de insultar a Aznar, porque Madrid últimamente se ha puesto de lo más serio, e ir a una manifestación sin insultar a Aznar... bfff... ¿quién va a perder el tiempo?

Así que, bueno, como la política se ha convertido en fútbol, no es de extrañar que las manifestaciones sean como estadios a los que la gente va a apoyar a los suyos y tirar bengalas al contrario. Pensar en que alguien va a ir a un partido en el que los dos equipos ganan es pensar en otro país.