El problema no es sólo el terrorismo. Al terrorismo hay que añadirle la asimilación y eso viene por lo menos de 2003. En aquel momento, ERC se reunió con ETA y el PP asimiló ETA a ERC y por extensión a PSC y PSOE. Meses antes, se había producido la invasión de Irak y las amenazas a los países que intervenían en la coalición. Esas amenazas se materializaron en el 11-M y toda la oposición corrió a asimilar 11-M con Irak e Irak con el PP.
El gran dilema de Acebes en aquellas patéticas ruedas de prensa era obvio: o hemos sido nosotros o habéis sido vosotros. Así se vivieron aquellos días, con los asesinos tan tranquilos por Leganés.
La dialéctica de la asimilación del terrorismo es simple: el PP le reprocha al PSOE la negociación con asesinos, el PSOE le reprocha al PP que su política exterior atrajo a otros asesinos a España. De los asesinos en sí, poca gente se preocupa. Preguntado por la ruptura de la tregua, Miguel Buen, secretario general del PSE en Guipúzcoa contesta: "ETA vive en un mundo de fantasías". ¿Sólo ETA?, ¿en serio?
A partir de ahora, sabemos lo que queda: cada atentado de ETA será un atentado del PSOE para la oposición, así de contundente. Por supuesto, es un error tremendo, que hará la convivencia irrespirable. Son los problemas de la asimilación, insisto. La cosa no viene de demasiado lejos -cuatro años en política son poca cosa- pero no tiene ninguna pinta de enderezarse.
Quizás unas elecciones a tiempo callarían algunas bocas y nos ahorraríamos espectáculos lamentables. Pedirle a esta legislatura que empiece de cero me parece demasiado. Fantasioso, en una palabra.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
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