No sé si queda bien que un Chico Escritor diga que vio "Hormigas blancas", el intencionadamente infesto programa de Telecinco. El caso es que lo vi: la vida de Adolfo Suárez a través de las portadas del corazón. Prescindí del debate, por supuesto.
Me quedo con unas imágenes reveladoras: Suárez, en 2003, apoyando a su hijo en un mitin del PP de Castilla La Mancha. El intento desesperado de un padre por aparentar una normalidad que no era tal, que todos sabían que no era tal. Los papeles mezclados, la intervención interrumpida constantemente, la confesión inevitable de que "me estoy perdiendo".
Da bastante pena.
La misma pena que dan su hijo, el presidente Aznar y todos los que convencieron al enfermo para hacer campaña en favor de su partido... cuando era evidente que no estaba en disposición de hacerlo. Ni física ni mentalmente.
Uno repasa la última legislatura del PP y se encuentra con una falta total de escrúpulos. Que el poder corrompe es algo que ya se ha comentado mucho aquí hablando del presente, pero el pasado... ¡ay, el pasado! Hormigas blancas, ya saben.
El Estado es un sensor
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*por Yaiza Santos*
Enumeró, en contra de su costumbre, lo que hasta ese momento había
declarado el señor Víctor de Aldama ante el juez. Por ejemplo los p...
Hace 10 horas