sábado, marzo 07, 2009

La entrevista a Sam Riley


Pequeño ataque de ansiedad. O gran ataque de ansiedad, según se mire, que me tiene dando vueltas a una columna -así, como suena- en Gregorio Marañón, todo para no quedarme quieto porque tengo la habitual sensación de que, si me quedo quieto, me marearé y me desmayaré. Bueno, me desmayaré, porque mareado ya estoy. Son las 10 de la mañana y espero a Fer Heads para que me dé un CD de Rafa Nadal hablando en inglés.

Llevo 24 horas angustiado con la entrevista a Sam Riley sin saber muy bien por qué. Supongo que es el miedo a hacer mal lo que haces bien. Las condiciones son estas: es un actor al que no conozco, que protagoniza una película que no he podido ver -el pase de prensa era a la vez que la entrevista- y al que tengo que llamar a Berlín para hablar con él en inglés. Además, el tipo es de Leeds, del norte. Acentos peligrosos.

No debería de haber demasiados problemas, porque yo hablo perfecto inglés -¡soy profesor de la Escuela Oficial de Idiomas!-, he hecho unas cien entrevistas en mi vida y varias de ellas en inglés. Si fui capaz de entender el acento tejano de Robert Rodríguez, ¿cómo no voy a poder con Sam Riley? Pero todo eso no ayuda: saber que tienes que hacerlo bien, te presiona. Piensas: ¿y si no entiendo lo que dice?, ¿y si mi información es equivocada?, ¿y si el tipo es una estrellita hooligan de 28 años con ganas de bronca o sin ganas de absolutamente nada?

Y así paso la mañana hasta las 12, que marco el teléfono de Berlín que me han pasado en Neo2 y pregunto por "Mr. Riley" y una voz más madura de lo que yo pensaba contesta: "Hi, it´s me, it´s Sam!" con entusiasmo, así que me voy soltando y el tipo resulta ser una delicia y me habla de cómo conoció a Joy Division y a Ian Curtis y por qué era importante el papel para su carrera, y sus fotos para Burberry y sus cigarrillos con Mickey Rourke (según la ley de los seis grados de separación, se supone que ahora estoy a dos de Mickey, aunque el hecho de estar a dos de Spielberg gracias a Borja Cobeaga ya me acercaba a todo el mundo) y sus peleas en Leeds y su carrera musical frustrada pero divertida y sus conciertos con los Kaiser Chiefs...

Así que cuando acabo la charla, después de media hora: "It´s been a great pleasure, I wish you the best of lucks for your new projects", con ese rollo colegueo que te queda después de una entrevista en la que se ve que los dos quieren estar ahí, la ansiedad desaparece, sustituída por el entusiasmo y pienso que qué bien todo, ¿no? Y entonces me doy cuenta de que el audio del CD de Rafa Nadal no va del todo bien y...