José Luis, el jefe de recepción, me dice muy claramente: "Guillermo, ésta es tu casa" y me permite marcharme, volver, dejar la maleta, salir a las 2 si quiero... y yo, que me tomo las cosas muy al pie de la letra, pues hago de la habitación 401 mi casa, en efecto, y me paso la mañana acabando un trabajo de la UNED, escuchando una canción a la que le tengo que poner letra, perdiendo el tiempo en general y, si bien consigo salir para comer un pollo al ajillo en el Restaurante Gloria, el caso es que cuando vuelvo me echo una siesta de tres horas y decido que tampoco iré al pase de las 8, que me da pereza, que me quedaré aquí perdiendo aún más el tiempo y viendo baloncesto hasta que sea hora de salir a cenar y quizás entonces tomar una última copa, o algo parecido.
Ayer, en el Pichi, había una fiesta salvaje. Me pregunto por qué.
Son los efectos de querer desaparecer y no saber de qué, probablemente de las expectativas. Las de los demás y las mías. Si me quedo aquí, en la cama tumbado, tecleando, no me van a encontrar y me parece un escondite fantástico. El otro día se lo dije a David: "Me estoy portando muy bien, no me siento culpable de no hacer nada". Si es una obligación, no es divertido. Ojalá no fuera una obligación, pero ver "Incendies", por muy buena que sea, solo porque HAY que verla, no me conviene en estos momentos.
Se me escurre el festival entre los dedos. Se escurre el propio festival, así, en general, a dos días de la clausura. La verdad es que no sé nada del palmarés. Nunca pregunto y aquí la gente no es de dar muchas respuestas, en general. Hace algo más de frío y lluvia intermitente. Nada grave. La plaza mayor estaba preciosa a las 3,30 de la tarde. Preciosa y castellana, como debe ser.
2007 fue el año del descubrimiento, con Lolita Peliculitas: el año de "Dolly", es decir, de David Pinillos y Xenia Tostado, y el año de Pedro Collantes, que meses después me "cedería" su piso en Malasaña. Borja Cobeaga.
2008 fue el año de Marian Álvarez y María Valverde, Ángela Armero y Fran Perea.
2009 tuvo muchas cosas, muchísimas, pero recuerdo a Óscar de Julián, a Manuel Burque, a Manuela Moreno presentando agitada, como siempre, su "Dolores", Álvaro explicándome cómo rodó "Otro día en el Mundo", de Vetusta Morla... aquella edición, por ejemplo, mereció 16 posts. Esta se va a quedar en torno a 10 como mucho.
El año pasado fue todo fugaz y en dos partes: fin de semana con Álex Montoya, Sergio Barrejón, Javi San Román, derby Madrid-Barça con Macarena Gómez... y presentación de mi propio corto unos días después, un jueves imposible, en el Balneario: Pedro, Pablo y yo aplaudiéndonos a nosotros mismos ante la falta de público. Leticia Dolera, con su sombrero, en la recepción del hotel. Una chica estupenda.
¿Y 2011? 2011 no será un año de nombres, o al menos no de demasiados nombres. David Pinillos, por supuesto, Roser Aguilar, siempre dispuesta a una buena conversación, Manuela Vellés que se acerca y te dice "Hola, Guille", cuando tú ni siquiera la has reconocido y se te pone una sonrisa enorme, Jose Esteban Alenda y su pequeña Lucía... Javier Veiga desde una distancia. Andrea y María en una terraza de bar. Tampoco será un año de películas, porque 2009 sí que fue la hostia y estos días la cosa ha flojeado más. En parte por la programación y en parte, claro, porque yo me quedo durmiendo siestas y no veo las películas... A cada uno lo suyo.
Recuerdo el encanto de ver "Julio César", de Mankiewicz, solo tres personas en la sala.
Será por tanto un año de consolidación y de cariño. El año que tuve que desaparecer e irme a Medina porque en Madrid no podía más, y paseaba por la ciudad un poco sin rumbo y sin intenciones. El año en el que todo daba un poco igual, tanto en lo bueno como en lo malo, pero las hamburguesas de la Comic seguían estando riquísimas. Un año especialmente perro, sí, pero si el año que viene vuelvo habrá sido una excelente señal.