Lo desconcertante no es solo la decisión de Ferrari sino el empeño de los comentaristas de La Sexta -Marc Gené y el inefable Lobato- en pasar por alto el gigantesco error. Recapitulemos: para empezar, Alonso deja pasar a Button. No quiere problemas, muy bien. Sigue entre Button y Webber unas vueltas hasta que el australiano decide meterse a cambiar ruedas y sale en medio de tráfico, detrás de Alguersauri. En Ferrari piensan que va a ir a toda leche y le ordenan a Alonso meterse también... y salir en medio de tráfico. Resultado: Button acaba tercero con mucha diferencia, los neumáticos no se degradan y es imposible adelantar.
Imposible para Alonso, imposible para Hamilton... y hubiera sido imposible para Webber.
Parece increíble que Ferrari se comiera el anzuelo de esa manera: deja que Webber se pelee por detrás y mantén tu cuarta plaza tranquilamente. Jugártela a bajar de entrada al décimosegundo lugar es un suicidio. Insisto: tan solo con que Alonso hubiera seguido a Button, le hubiera calcado la estrategia, hubiera acabado cuarto con suficiencia absoluta. Que el trabajo de todo un año se tire por la borda con una decisión así es para tomar medidas urgentes. Una catástrofe. Un ataque de pánico acaba con todo en tan solo unos segundos.
En fin, siendo positivos, cabe resaltar el enorme año de Fernando con un coche mucho peor que el de sus rivales. Basta con ver los resultados de Massa. Por otro lado, conviene recordar lo que pasó hace una semana en Brasil cuando todo el mundo se frotaba las manos por las no órdenes de equipo de Red Bull. Esa decisión les ha permitido
tener dos balas que jugar en Abu Dhabi y ha bastado. Han jugado con Ferrari commo han querido. El año que viene no será igual.