domingo, octubre 03, 2010

Trinidad Jiménez vs Tomás Gómez


Llegó el día de las primarias socialistas en Madrid. Estoy completamente de acuerdo de que en términos publicitarios ha sido un chollo: Trini y Gómez todo el día en las portadas ganando una atención que ni Lissavetzky ha conseguido después de proponerse como alcalde. Hay en esta historia un punto romántico de David contra Goliat que llama mucho al lector: el humilde alcalde de Parla que se ha comido el marrón de cuatro años de oposición a Esperanza Aguirre frente a la sonriente y valoradísima Ministra de Sanidad, ojito derecho de todo un presidente del Gobierno.

Qué quieren que les diga, teniendo en cuenta que ambos tienen muy escasas posibilidades de ganarle a Aguirre -sería una bendición-, mi estética del perdedor no puede evitar estar con Gómez y desde luego puedo entender que se negara a dejar a un lado un proyecto de cuatro años por una encuesta determinada de Ferraz. Las cosas no se deberían hacer así.

Hasta cierto punto, en todo esto, la vía nacional (Jiménez) está actuando como el Real Madrid: busca el triunfo ya, ficha a quien sea, construye proyectos que se evaporan (la propia Trini en 2003, Sebastián en 2007), nombres llamativos sin demasiado trabajo detrás. La vía Callao (Gómez) tiene un punto canterano, gente sin publicidad, que no aparece en las encuestas pero que conoce la situación concreta de Madrid y puede construir un proyecto de futuro sólido aunque sea a costa de perder unas elecciones que ya tenían perdidas de antemano.

El problema en la FSM es el de siempre: ¿Hacia dónde va ese proyecto? No todo el mundo está de acuerdo con Gómez. Es más, según las encuestas, digamos que al menos la mitad está en desacuerdo y no solo por una cuestión de arrimarse a Moncloa sino por convicción, véase el ala Simancas. Unas primarias son un instrumento de publicidad maravilloso aparte de un bonito ejercicio democrático. Hasta ahí creo que todos estamos de acuerdo y por supuesto se puede poner el ejemplo de Barack Obama y de cómo su lucha contra Clinton le legitimó para ganar luego a los republicanos en el poder.

La pregunta sería, en todo esto, quién es Hillary y quién es Obama.

En cualquier caso, el problema es que España no es Estados Unidos: aquí, ya se sabe, acción directa y cada palo que aguante su vela. En Estados Unidos puede pasar que un candidato pierda las primarias y aun así apoye al ganador y juntos acaben gobernando el país. ¿Es eso factible en España? Pues lo dudo, sinceramente. Tampoco es cuestión de cebarse con los españoles: fíjense en 1981 cómo Giscard D´Estaigne y Chirac estuvieron enredándose para que acabara ganando Mitterrand en Francia.

Enfrentas a dos grupos de la FSM y no es fácil que acabe saliendo uno solo. Lo más probable es que las diferencias y el odio crezcan y uno no deje trabajar al otro. Lo más probable, insisto. El PSOE se enfrenta a un momento muy delicado en Madrid y eso no va a venir Trini ni Gómez a salvarlo sino solo el trabajo conjunto: en plena crisis y en una Comunidad donde el PP arrasa literalmente, el objetivo es salvar los platos y sentar las bases para un futuro. El que sea, pero un futuro que mire más allá de la encuesta del aquí y el ahora.